Se siente el Partido Verde en Cundinamarca

En las pasadas elecciones regionales el Partido Verde irrumpió definitivamente en el escenario político del departamento más importante del país. Esta Fuerza política que viene gestándose en el territorio de Cundinamarca desde 2006 actualmente ostenta un Diputado electo con la suma del esfuerzo de 50.725 conciudadanos que confluimos en la certeza de construir una nueva realidad política y la experiencia de haber obtenido el triunfo electoral sin recurrir a las viejas prácticas políticas que tanto repudia la ciudadanía cundinamarquesa.


Desde Puerto Salgar, hasta San Bernardo, desde Cambao hasta Medina el Partido demostró en las urnas su peso y valor en el escenario departamental. La actividad del Verde es particularmente exitosa en las zonas más densamente pobladas como Soacha y Zipaquirá mientras la presencia en las provincias rurales y de tendencias más tradicionalistas en la política crece efectivamente como lo evidencian triunfos Verdes en Ubalá, Bituima y Pasca, donde nuestros candidatos lograron imponerse en las urnas con las meras armas de la buena política y la claridad en el discurso.

Las regionales de 2011 significaron la recolecta de la primera y generosa cosecha del trabajo de miles de Cundinamarqueses compuestos en una estructura política diversa pero unificada en sus principios y en liderazgos generados desde el mismo seno de la organización. Desde sus orígenes el P.V. ha tenido en Cundinamarca representación en las elecciones regionales con resultados bastante modestos, hasta las pasadas elecciones de Octubre cuando logramos la elección de un Diputado, setenta y cuatro Concejales y seis Alcaldes. Esta solidez que hoy muestra el Verde es el resultado del trabajo de muchos, de entre quienes descollan Daniel García Colorado quién ha sido el encargado de articular los procesos desde dentro y de garantizar la continuidad histórica del trabajo colectivo y Wilson García Fajardo ilustre hijo de Zipaquirá e innegable bastión Verde en la Asamblea Departamental.

Hoy junto con experiencias mas o menos exitosas somos la avanzada Verde sobre Cundinamarca, hemos encontrado un fértil suelo donde el girasol florece con expectativas plenas de crecimiento y permanencia. Hacemos parte importante y contante de las dinámicas del poder en la nación y jugamos un rol definitivo en el devenir interno del P.V. No somos ajenos a las veleidades de los más poderosos, hemos aprendido a sortear unidos y pugnaces los retos de la política moderna, este grupo de ciudadan@s es capaz de adaptarse y dar la batalla sin renunciar al ideario común de buen gobierno.

Tampoco se crea que navegamos el oceáno de gelatina del que nos advierte Zuleta , el debate interno es arduo y ocasionalmente estéril, en reflejo de lo que sucede a nivel nacional en las estructuras departamentales también se ha visto la arremetida de sectores ligados al periodo oscuro que representó el expresidente inmediato y sus prácticas non santas de administración pública, mientras otras vertientes del Partido más conectadas con la relidad Nacional y dispuestas a construir desde las bases damos la lucha para responder al sentimiento generalizado de los militantes del Partido que lo queremos libre y autónomo, autoconstruido, democrático y participativo.

Las legislativas que se avecinan exigen de este colectivo la continuidad en los procesos organizativos, la profundización del programa político, la cohesión de las bases y la consolidación del territorio.

Tenemos la capacidad y el deber de promover una lista prístina de candidatos a la Cámara de representantes, los resultados electorales previos refrendan la fortaleza electoral necesaria para avanzar un nuevo paso eligiendo por lo menos un representante que marque la diferencia en la bancada cundinamarquesa a partir del nuevo periodo legislativo, nuestros números electorales son un botín atractivo para otras fuerzas, lo que nos obliga a redoblar nuestra vigilia para evitar que oportunistas terminen «recibiendo indulgencias con avemarías ajenas» acudiendo al lenguaje sabio y llano de nuestro pueblo. Un igual a tod@s nosotros de probado liderazgo, con historia y vocación de permanencia en el Partido ha de ser la persona que encauce nuestro apoyo. Naturalmente entre tantas mentes brillantes y tantos espíritus aguerridos la competencia por tal alto honor es severa, pero mantiene reglas de lealtad y grandeza que no se estilan en todas las toldas. Finalmente este proceso parirá su propio representante y consolidará su avance autonomo. Afortunadamente contamos en este Partido con lo mejor del capital humano lo que nos dará largura y tranquilidad a la hora de realizar la elección. La identificación y escogencia de un candidato firme al Senado, comprometido con los sentires populares y con las herramientas para darnos el triunfo ha de ser nuestra segunda obligación, aún cuando opciones nacionales y fuertes ya se avizoran en el horizonte.

Nuestro programa político es el mayor activo que poseemos es el origen y el fin de todo el apoyo que hemos logrado construir es urgente aumentar su difusión hasta convertirlo en un bien de conocimiento y aporte de la ciudanía general.
La Asamblea Departamental Verde constituye un loable esfuerzo en la unificación y el reconocimiento de l@s miles de militantes que componemos el Partido y debe ser conducida con los criterios de inclusión y participación que se acostumbran dentro del Partido, bienvenid@s tod@s l@s que quieran aportar en esta colectividad. Son ell@s los líderes que cada día arman poco a poco y paulatinamente este proyecto cuyos unicos dueños somos tod@s y las generaciones futuras que agradecerán nuestro esfuerzo.
Nuestro trabajo debe concentrarse en dos frentes territoriales, uno las numerosas masas urbanas que circundan la capiltal y otro más importante en mi sentir los miles que habitan los municipios y veredas ubicados en la periferia de nuestro Departamento, esa es la tarea, ese es el camino.

Adelante, la lucha es larga comencemos ya.

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