Sector de Av. Terreros se deteriora por aguas residuales
Desde octubre, los residentes de varias urbanizaciones construidas a lo largo de la Avenida Terreros, entre ellos, Torres del Parque, Azaleas y Alelí, han manifestado sentirse afectados por los fuertes olores causados por el rebosamiento de aguas residuales que hacen su recorrido a lo largo la avenida, la cual se está deteriorando por esta causa.
El 10 de octubre los residentes de las diferentes urbanizaciones ubicadas a un costado de la Avenida Terreros se percataron que desde la Carrera 9 este, cerca del romboy que conecta las comunas 4 y 5, empezó a surgir una filtración constante de aguas residuales, inmediatamente los habitantes, a través de sus representantes y administradores de conjunto, hicieron saber del problema al Acueducto de Bogotá; la entidad respondió que la solución se daría en un plazo de 48 horas, sin embargo no fue posible.
“Para el 16 de octubre el problema con la filtración de aguas residuales había empeorado, entonces decidí llamar al acueducto y ahí me aseguraron que enviarían a un funcionario para que hiciera un recorrido de verificación y sondeo, a pesar de la revisión nunca nos informaron si solucionarían el daño”, relató Yudy Trujillo, residente de Torres del Parque.
De la misma forma, tanto en Torres del Parque como en las otras urbanizaciones afectadas han sido insistentes ante la entidad, residentes con sus aportes individuales y administraciones de los conjuntos han adelantado diligencias pero la respuesta no ha sido satisfactoria. Incluso se ha llamado a la defensoría del pueblo, en pro de garantizar los derechos y el bienestar de las familias residentes en el conjunto, sin embargo no fue posible la comunicación con la entidad gubernamental.
Sandra López, administradora de Torres del Parque, explicó:
“Desde el primer día me hicieron llegar el un derecho de petición por el fuerte olor, una vez radicamos la queja en Acueducto de Bogotá nos dijeron que en 48 horas solucionarían, pero no fue así. La insistencia de la comunidad ha sido constante, de tal forma que ya hemos enviado más de seis radicados a la entidad y tras cada respuesta nos dicen que el arreglo se dará entre 96 horas, pese a la perseverancia de los habitantes, la situación sigue siendo la misma”, detalló la administradora.
Hay personas que manifiestan iniciar cuadros de enfermedades respiratorias a causa del mal olor y otras temen por la salud de su piel, debido a que en ocasiones el agua está hasta la mitad de la calle y quienes deben pasarla se ven en la obligación de meter sus pies para poder cruzar hasta la acera contigua.
De acuerdo con los representantes de los conjuntos, pasado el 29 de octubre seguían comunicándose con la empresa Acueducto de Bogotá, pidiendo, en últimas, un vactor para mitigar el daño, sin embargo como respuesta obtuvieron que la línea a la que se estaban comunicando no es línea de solución, sino de atención al cliente. Por su parte la comunidad inconforme se dio en aumento proporcionalmente al daño, el cual se extiende por 1 kilómetro aproximadamente, hasta llegar a la calle segunda.
El constante flujo de las aguas residuales, que inundan la mitad de la vía por el costado izquierdo además de causar detrimento en la salud de varias familias, residentes y comerciantes del sector, también ha influido en el daño y deterioro de la Avenida Terreros y la calle 2, vías que son relativamente nuevas y de las cuales, la primera en mención fue realizada por las empresas constructoras del sector. Ahora en varios sectores de la importante arteria se observan huecos y fisuras causados por el agua.
La última petición enviada al Acueducto de Bogotá fue radicada el 4 de noviembre, los residentes, aún inconformes aseguran que han sido persistentes al comunicarse con la entidad, pero al día de hoy el daño continua afectando a miles de familias, al tiempo que ha empezado a rebosarse por los sistemas de aguas residuales de la urbanización Torres del Parque. Para la comunidad del conjunto la situación es crítica, puesto que se está viendo en riesgo el bienestar de más de 500 familias y varios trabajadores.
Fisuras y huecos se empiezan a observar en la vía a causa de las aguas residuales.
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