Segregación urbana o prosperidad

Es importante abordar el tema de la propiedad que nos compete a todos para hacer que la ciudad de Soacha avance por los caminos de la prosperidad en procura de la valorización de nuestros esfuerzos como individuos y familia, en consonancia con las acciones de la institucionalidad.


Al analizar las causas de la concentración de la problemática social más aguda en determinados barrios y áreas urbanas se debe partir de una premisa esencial: su origen se encuentra en la discriminación espacial de los grupos sociales. Un fenómeno que constituye una de las características estructurales del proceso de urbanización. Los antecedentes históricos en Soacha fueron ya estudiados sin que alguno de estos hubiera dado solución a los problemas que hoy son estructurales.

La discriminación urbana actúa, como es bien sabido, a través del juego del valor del suelo y la vivienda. En efecto, los precios inmobiliarios no son, obviamente, homogéneos sobre el territorio, sino que los incentivos del lugar, su accesibilidad, su centralidad y otras características se traducen en la existencia de un valor diferente del suelo que acaba reflejándose en los niveles y las variaciones de los precios de la vivienda. Así, una vivienda de la misma calidad, no tiene el mismo precio si está localizada en un lugar o en otro de la ciudad.

Siendo la capacidad de cada individuo y de cada familia de escoger el lugar de residencia una función de su renta, los grupos sociales más acomodados tendrán siempre una mayor capacidad de elegir ubicación, mientras los menos acomodados ven reducidas sus opciones por su capacidad de afrontar los gastos de vivienda y transporte. Caso que nos ocupa en Soacha y que con el paso del tiempo nos acercamos más a las definiciones de las teorías geográficas acerca de la formación de ghettos, la renta urbana actúa como un poderosísimo filtro que permite a unos grupos una mayor libertad de elección en el uso del espacio urbano, mientras restringe la movilidad residencial de otros. Nos encontramos pues ante un fenómeno estructural que se ha expresado a lo largo del proceso de urbanización de las últimas dos décadas. Ahora bien, en Soacha, como en otras áreas altamente urbanizadas de la Sabana y de algunas regiones de la Nación, en los últimos años este proceso de segregación espacial de los grupos sociales, después de un periodo de relativa reducción del problema, corre un riesgo cierto de agravarse.

¿Cuáles son las razones de este fenómeno? Antes de tratar de responder la pregunta, recordemos brevemente de dónde venimos y por qué podemos afirmar que se había producido una cierta reducción de las diferencias en términos de segregación espacial de los grupos sociales.

Todavía en 1970, el área urbana del municipio se caracterizaba por ser la de un centro poblado, de muy pocos barrios hechos sobre la cuadricula española de desarrollo predio a predio, estos con características de áreas superiores a 250 metros cuadrados, sin embargo por la razón más extraña aquel pueblo se convierte en objetivo de la primera política de vivienda de interés social y de zona de grandes urbanizaciones ilegales, superando con creces ese primer poblado, las características de ese momento son exactamente iguales a las que se viven hoy. Una planificación de escritorio que fija la política de vivienda sin consultar en lo más mínimo las características de municipios como Soacha, que por la complejidad, resultado de esta mala política, generan segregación urbana así como de precariedad económica y social, además como de dictadura de la política urbana. Desde el punto de vista urbanístico, esto comportó en muchas ocasiones el hacinamiento de la población en algunos barrios de la ciudad preexistente y la aparición de áreas de nueva urbanización infradotadas, mal comunicadas y con déficit de infraestructuras, equipamientos y servicios poco notables.

Donde está el avance?, los estudios?, los indicadores que hayan generado programas del nivel nacional y hasta departamental para reducir las desigualdades territoriales y corregir, hasta cierto punto, los efectos de la segregación espacial de los grupos sociales? : En primer lugar, el municipio se ha visto empujado por la presión vecinal de Bogotá, que adolece de terrenos para este tipo de vivienda, se ha unido con la nación para que sea el municipio el mayor receptor de subsidios sin ningún otro recurso que apoye el desarrollo de la infraestructura y equipamiento social que se deriva de cada uno de estos nuevos asentamientos.

Ahora bien, dos nuevos fenómenos han alterado, a partir de la segunda mitad de los años noventa, de manera fundamental este cuadro, de forma tal que la reducción de los aspectos más llamativos de la segregación espacial se ha detenido y corre riesgo de revertirse. En efecto, en los últimos años, el repunte del crecimiento demográfico asociado a la inmigración, unido a la situación del mercado inmobiliario, ha tenido como resultado la aparición, de nuevo, de problemas de hacinamiento, ausencia del espacio público y concentración de la problemática social en algunos barrios. Esto afecta, en particular, aquellos donde los precios son relativamente más bajos que en el resto del área urbana y en los que, por lo tanto, en condiciones muy difíciles de acceso al mercado, la demanda menos solvente tiende a concentrarse. Si esta concentración de población con atribuidas necesidades sociales llegara a tener efectos negativos sobre la evolución de los precios inmobiliarios en estos barrios, los riesgos de que se produzca una salida de los sectores de población relativamente más acomodados, de estigmatización territorial, de reducción de las finanzas públicas municipales, de aparición de problemas de convivencia y, en una palabra, de formación de ghettos resultan evidentes.

Es claro que es elemento de análisis la búsqueda de soluciones que reviertan los procesos urbanos y de construcción de ciudad a partir de las herramientas que desde la institucionalidad se dan: la revisión de plan de ordenamiento territorial, la consideración de las normas mínimas que hace tan atractivo la localización de nuevas áreas sin responsabilidades hacia la ciudad y el licenciamiento cuando hoy supera los 90.000 cupos para nueva vivienda de interés social y prioritario, la planificación urbana sobre el desarrollo y cuantificación de la realidad, la concertación con la nación, el departamento y la alcaldía de Bogotá, sobre la segregación urbana de su impulso y una caracterización de la voluntad de las comunidades por superar las obras de retazo y la organización seria de nuestra ciudad.

Para ello, es necesario, que cada ciudadano considere avanzar en búsqueda de la calidad de vida que nos merecemos, a la que tenemos derecho, el propósito de cada organización barrial por mejorar las condiciones de sus asociados, es responsabilidad de todos nosotros construir una ciudad que permita que el patrimonio de cada familia se mejore con el paso del tiempo y no se desvalorice. Por último, a cada partido político con sus dirigentes para que se construya una plataforma partidaria que consulte las redes sociales y ciudadanía para que se convierta en un compromiso de todos los que vivimos en el municipio.

Invito a los ciudadanos a la reflexión sobre lo expuesto y el merecimiento que tenemos todos de progresar, de vivir en un municipio que supere las condiciones pasadas. El presidente Juan Manuel Santos ha invitado a los partidos políticos y a los colombianos a deponer las posiciones de distancia y a avanzar en la locomotora de la prosperidad a partir de la Unidad Nacional para lograr el propósito, son sus altos intereses en la nación los que en estos seis meses han amalgamado el interés superior por Colombia; hemos de aprender de las experiencias del pasado, de nuestros errores, de las divisiones desde lo local a superar las increíbles posturas de todos nosotros, la ciudadanía, los lideres y los representantes políticos locales y regionales por sostener posturas por encima de nuestro Municipio. Nada se saca con un buen programa si en el comportamiento y en corazón de todos nosotros no nos comprometemos a sacar adelante el municipio, rompamos los intereses individuales. Y ante el tema desarrollado quiero, en nombre de nuestra organización política, en nombre de la militancia y en el mío propio, reconocer de nuestra parte y con un propósito de superación, ponemos al servicio de cimentar la Arquitectura de la Unidad Municipal por Soacha.

fernandoramirez3@hotmail.com

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