Siembran musgo en cerros orientales
El material vegetal fue decomisado por la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) y las Policías Metropolitana y Ambiental en varios locales de la localidad de Puente Aranda.
El comercio bogotano aun persiste en vender especies nativas como musgo y barbas de viejo para decorar los pesebres y los árboles navideños.
Así lo demuestran los operativos realizados por la Secretaría de Ambiente, la Policía Metropolitana y la Policía Ambiental y Ecológica desde finales de octubre, en los que lograron recuperar 7 bultos de musgo en varios locales informales de San Andresito de la carrera 38.
En días pasados, la SDA y las autoridades policivas realizaron la siembra de los 7 bultos de musgo en la vereda El Verjón de la localidad de Chapinero, donde podrán continuar con su función vital de retenedores de agua. Desde hace 19 años, la Secretaría de Ambiente realiza la campaña “No le arranques la piel a la tierra: deja el musgo en su lugar”, que tiene como fin erradicar el uso de estas especies en los adornos navideños.
1997 ha sido el año con mayor número de decomisos de musgo, con un total de 257 bultos, por su parte en la temporada navideña de 2012 esta cifra fue de sólo de 8.
“A pesar de que en los últimos años la cantidad de musgo extraída de los Cerros Orientales ha sido baja, algunos comerciantes persisten en comercializarlas y en poner en peligro a esta especie. El mensaje es para que los bogotanos no participen en esta cadena y decoren con otros elementos ecológicos como cáscara de mazorca”, manifestó Néstor García, Secretario Distrital de Ambiente.
En Colombia se encuentran reportadas 903 especies de musgo, una planta que por mucho alcanza los 50 centímetros de altura. Crecen en formas vegetales acolchadas y realizan absorción del agua y de sustancias minerales.
En Bogotá los musgos se encuentran en los Cerros Orientales y áreas rurales de las localidades de Sumapaz, Usme, San Cristóbal, Chapinero y Usaquén. Crecen sobre rocas, suelos y la corteza de los árboles, en lugares húmedos y sombreados.Sus hojas son reguladores hídricos, que gracias a su estructura de esponja retienen el agua en época de invierno, la cual liberan en épocas de sequía. Además, detienen las vertientes de las lluvias y favorecen la infiltración en la tierra.Con su alta concentración de humedad, ayudan al rápido crecimiento de las demás especies.
“La remoción y extracción del musgo afecta la dinámica poblacional del ecosistema, ya que contribuye a la disminución del recurso hídrico y de la microfauna silvestre, a la erosión de los suelos y al el deterioro del paisaje”, puntualizó García.
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