Sin esclarecerse asesinato de empresario del fútbol en Cota

El nombre de Julio César Herrera García en el mundo que rodea la representación de futbolistas no dice mucho, pero si se nombra a ‘Pollo’, la cosa cambia. El empresario fue asesinado la madrugada del pasado sábado en el interior de una camioneta blindada que fue abandonada en la vía que de Bogotá conduce al municipio de Cota (Cundinamarca).


Los investigadores hallaron una serie de documentos con los cuales se ha logrado determinar la identidad y la ocupación de esta persona. En su poder estaba un poder que el empresario le entregaría a un abogado para que reclamara dos armas de su propiedad tipo escopeta Mossber, calibre 12mm. También tenía el permiso personal para portar armas de fuego.

Además se encontraron 520 dólares y 50.000 pesos colombianos, un billete de cinco dinares –moneda iraquí-, seis cheques bancarios por diferentes valores, tarjetas débito, letras de cambio, llaves de seguridad, algunas joyas y un pasaporte con los visados Schengen, mexicano y dominicano. Todo indica que no lo quisieron robar y se trató, presuntamente, de un ajuste de cuentas.

En la escena del crimen, además, fueron hallados documentos que lo vinculaban con jugadores de fútbol. Dentro la Toyota gris, con un nivel de blindaje categoría tres, el CTI encontró una serie de documentos que dieron pistas de su posible asesino. Encontraron dos paz y salvos expedidos por Independiente Santa Fe y en los cuales figuraban los nombres de dos futbolistas, uno de ellos hijo de Herrera.

Quienes se mueven el negocio del fútbol saben que ‘Pollo’ tenía reconocimiento especialmente en la zona del Eje Cafetero por tener actividades comerciales relacionadas con este deporte. “Él se dedicaba a ubicar jugadores en los equipos profesionales de esa zona. Desde hace unos ocho años estaba metido en el negocio de transferencias de futbolistas. Era el dueño del pase de algunos jugadores”, señaló una de las personas que lo conocían como un representante informal de deportistas, al tiempo que aseguró que la víctima no estaba registrado como agente FIFA.

Uno de los hechos que llama la atención entre los investigadores está relacionado con los procesos que Herrera tenía en su contra. Estaba vinculado, como indiciado, en cuatro casos relacionados con los delitos de lavado de activos, uso de documento falso, omisión del agente retenedor o recaudador y omisión del agente retenedor o recaudador.

Según el diario La Tarde de Pereira, era también propietario de unas canchas sintéticas en el barrio La Villa de la capital de Risaralda y había sido víctima hace algunos años de un atentado del que logró salir ileso.

La muerte del empresario, de quien además se ha dicho se dedicaba a la ganadería y era caballista, es todo un misterio, pues las autoridades desconocen en qué condiciones llegó hasta Cota, lugar donde fue hallado sin vida y si sus asesinos lo acompañaban dentro del vehículo. Hasta ahora lo que está claro es que no buscaban robarlo.

Fuente:Semana.com

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