Soacha dio ejemplo de paz y no violencia

Un llamativo y prolongado desfile que se extendió desde el estadio municipal Luis Carlos Galán hasta el parque principal sirvió para afianzar el compromiso de Soacha en el Día Internacional por la Paz y la No Violencia.


pesebres-ecologicos-soacha.jpgColegios públicos y privados, organizaciones sociales, ong’s, iglesias, la Policía Nacional, Juntas de Acción Comunal y las diferentes dependencias de la administración municipal participaron en este evento que inició hacia las 9:00 a.m y se extendió hasta las 1:00 p.m.
Una vez llegó la última representación al parque principal se dio inicio al acto protocolario el cual comenzó con los himnos nacional, departamental y municipal, y la izada de la respectiva bandera.

Durante la ceremonia el obispo de la diócesis de Soacha, monseñor Daniel Caro, compartió una oración y bendijo alrededor de 2.000 panes que se repartieron entre los asistentes como representación de una mesa solidaria para pedir por la Paz de Colombia y del municipio mismo.

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Soacha: Territorio de Paz

El alcalde Ernesto Martínez declaró a Soacha como territorio de paz y explicó que el evento sirvió para rescatar la sana convivencia entre los estudiantes de las Instituciones Educativas del municipio y la comunidad en general, crear una cultura de la legalidad, rechazar las armas y encontrar nuevos instrumentos de bienestar social y comunitario.

“Además del signo que representa, es un compromiso colectivo de la sociedad, de corabastos-1.jpglas autoridades, de todos los estamentos para que entendamos que la paz y la convivencia pacífica no son sólo obligación del Estado, sino que es un derecho del ciudadano y un compromiso de todos. Creo que con la participación de niños, jóvenes, artistas, iglesias, colegios, servidores públicos y de la ciudadanía en general, Soacha de nuevo demuestra que es un territorio muy afín a este tipo de programas orientados hacia la convivencia y la paz”, indicó el mandatario.

Martínez dijo además que cada una de las dependencias de la administración tiene un periodismopublico-218.jpgaltísimo componente en la búsqueda de la paz y de la convivencia pacífica. “En los colegios, en los barrios, con las juntas de acción comunal, es decir, es una tarea diaria la que se cumple buscando aclimatar una cultura de paz, de convivencia, un compromiso ciudadano para que abandonemos toda forma de violencia, de uso de armas y en sí de todo aquello que afecte los derechos humanos de las personas, de manera que es un deber de la administración que hemos tenido y que seguiremos cumpliendo durante todo el mandato”.

“Hoy hemos declarado a Soacha territorio de paz y también hemos adoptado el 21 de septiembre como el Día de la Paz y de la No Violencia para que lo sigamos celebrando cada año. Estamos haciendo un compromiso que encierra ese anhelo de una Soacha como territorio de convivencia”, puntualizó Martínez.

Finalmente el mandatario invitó a los asistentes a proclamar las siguientes palabras como símbolo de compromiso y voluntad de trabajo para buscar una paz verdadera:

1- “Proclamamos una firme convicción de que la violencia y el terrorismo son incompatibles con el autentico espíritu de esta ciudad, condenamos todo acto que conlleve a la violencia y a la guerra. En nombre de Dios, nos comprometemos a hacer todo lo que sea posible para desarraigar las causas de la violencia y el terrorismo.

2- Nos comprometemos a educar a la comunidad en el respeto, la tolerancia y la estima mutua para favorecer la convivencia fraterna y pacífica entre personas de distintos grupos étnicos, culturales y religiosos.

3-Nos comprometemos a promover una cultura de diálogo para que crezcan la comprensión y la confianza recíproca entre individuos y pueblos, siendo estas las premisas de la paz auténtica. Nos comprometemos a defender el derecho de toda persona humana, a vivir una existencia digna según nuestra identidad cultural y a formar libremente una familia. Nos comprometemos a dialogar con sinceridad y paciencia sin considerar lo que nos diferencia, como un muro imposible de superar, sino por el contrario, reconociendo que el encuentro con la diversidad de los demás debe convertirnos en una oportunidad para mejorar la conversión recíproca. Nos comprometemos a perdonarnos mutuamente los errores y perjuicios del pasado y del presente, a apoyarnos en el común encuentro por derrotar el egoísmo.

Señor. Hoy este pueblo se reúne para declarar tu palabra, pedimos la paz para esta ciudad, perdón por mi municipio. Ahora nos humillamos y buscamos tu rostro.. . a quién iremos señor, sino a ti. Nos comprometemos a cultivar una espiritualidad personal y familiar de amor y de no violencia…”

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