Soacha no tiene propuestas para mejorar su movilidad

Mientras que municipios vecinos como Fusagasugá, Cota y Tabio le apuestan a restringir el vehículo particular y dar prioridad a ciclovías como una manera de contribuir a mejorar la movilidad, Soacha sólo espera que finalmente se dé la figura de área metropolitana.


Por lo menos así lo deja ver un diagnóstico realizado por la Universidad Nacional, entidad que elaboró rutas de política pública en materia de movilidad, en donde se muestra que la relación con Bogotá es el principal factor del caos vehicular de muchos municipios de la sabana. Los desórdenes de urbanización, el tránsito de carga pesada, las concesiones viales nacionales y el paso de población flotante, son los dolores de cabeza que municipios de menos de 20.000 habitantes tienen que soportar.

Varios municipios aledaños a Bogotá han hecho propuestas para convertirse en ciudades sustentables en su tráfico, como la creación de redes de ciclovías, la peatonalización de sus centros, la creación de sistemas de transporte inteligentes y la ejecución de infraestructura para esquivar la carga pesada son las apuestas de Cota, Tabio y Fusagasugá con sus nuevos planes de movilidad.

En el caso de Soacha, aunque actualmente se discute en el Congreso una propuesta de integración con Bogotá, los investigadores de la Nacional insisten en que mientras se constituye una figura regional, los municipios pueden fortalecerse para que sean más participativos en el momento de discutir el impacto de proyectos de zonas industriales o concesiones nacionales.

Pero actualmente Soacha no tiene una propuesta para mejorar su movilidad. Lo que se observa es una ciudad con sus vías deterioradas, un caos vehicular por todas las comunas y la única vía que conecta la ciudad está ‘atascada’ por el alto tráfico que fluye por ser de carácter nacional.

Cota, renovación para el parque central

Más allá de intervenciones puntales, la investigación de la Universidad Nacional concluyó que Cota necesita un “modelo organizacional que garantice la integración de las entidades”, por lo cual proponen crear la Secretaría de Movilidad de este municipio.

Con esta autoridad, que permita, por ejemplo, contratar a ingenieros expertos en el tema de transporte, se haría frente a la problemática del paso de carga pesada y automotores por zonas escolares y viviendas.

La otra medida es restringir el paso del automóvil por la calle principal del municipio, que hoy tiene prioridad, aun cuando el 66 % de los viajes son a pie, en bici o en transporte público. Para ello plantean la creación de anillos unidireccionales, que les darían continuidad a vías todavía no construidas.

Fusa, con tarjetas inteligentes

El Departamento Nacional de Planeación, en convenio con la U. Nacional y el municipio de Fusagasugá, concibió un sistema integrado de transporte público que cambiaría la operación de 28 rutas de buses que hoy transitan en este municipio, al sur de la capital.

Hoy no existen una organización de las rutas ni un centro de control que las regule. Por ejemplo, muchas no cubren en su totalidad a los barrios y todas se dirigen al centro y la terminal, lo que causa congestión en estos puntos.

Para estructurar el nuevo sistema, cuyo costo sería de unos 130.000 millones de pesos, se delimitaron 34 kilómetros de vía, que se complementarían con ciclorrutas, y se delimitaron solo 18 rutas. En cuanto a la operación, los ciudadanos tendrían tarjetas inteligentes similares a las del SITP de Bogotá, y se calculó una flota aproximada de 127 vehículos, con capacidad para 19 pasajeros (tipo microbús). Además, el plan optimizó las rutas rurales, que cuentan con 42 vehículos.

Tabio, apuesta sustentable

n cinco años, Tabio aspira a ser un modelo en movilidad sostenible. Con la propuesta que formuló la Universidad Nacional para su casco urbano, la expectativa es que los recorridos internos por el municipio se basen en ciclovías, caminos peatonales y transporte público.

Aunque Tabio, al norte de Bogotá, no ha recibido directamente el impacto de la capital como Chía y Cota, entre otros municipios, sí verá en los próximos años su influencia al estar cerca de vías como la autopista Medellín-Bogotá y la vía a Villavicencio, en cuyo suelo se podrían dar futuros desarrollos industriales.

La meta es conseguir ofrecerles a los vehículos particulares parqueaderos “disuasiorios”, es decir, cercanos al parque principal, pero no dentro de este, para que las personas adopten los caminos peatonales como otro atractivo turístico para llegar al parque principal del municipio. Con los cobros de tales parqueadores se podría financiar parte de la infraestructura en espacio público que se necesita.

¿Y Soacha?

La respuesta queda en el aire….

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