Sopó estrenó centro infantil ICBF

Posted on 19 de mayo de 2014 by Periodismo Público

Con una inversión cercana a los $2.000 millones comenzó a funcionar el Centro de Desarrollo Infantil San Agustín en Sopó, Cundinamarca, como un ejemplo del trabajo mancomunado entre el Estado y la empresa privada.

En la construcción del CDI, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar invirtió 1.000 millones de pesos mientras que la Fundación Carulla gestionó recursos por 690 millones más y donó la dotación especial, y la administración municipal entregó el lote y aportó más de 280 millones de pesos.

A la ceremonia asistió la primera dama de la nación María Clemencia Rodríguez de Santos, quien aseguró en reunión con madres de algunos beneficiarios que estas obras hacen posible pensar en una generación de paz, educada en armonía, con amor y respeto por sus derechos humanos. Insistió en que: “es importante la unión y participación de Estado, empresa privada y comunidad, en la ejecución de obras para beneficiar a la niñez, la cual generará frutos a largo plazo”.

Por su parte, la directora de Primera Infancia del ICBF, Natalia Velasco, ratificó la importancia de seguir trabajando mancomunadamente para dar calidad educativa a los niños y niñas, y confirmó que desde la próxima semana comienzan reuniones con entes gubernamentales y privados de Sopó para fijar nuevas tareas que permitan llegar al 100 por ciento de la atención integral a la población infantil del municipio.

Esta infraestructura, que hace parte de la estrategia ‘De Cero a Siempre’ dirigida a la Primera Infancia, tiene capacidad para albergar a 300 niños y niñas menores de cinco años, cuenta con 14 aulas, baños, aula múltiple, ludoteca, salón de informática, sala cuna, zona de lactancia, zona de gateo y estimulación, zona de bañeras y cambio de pañales, zona de lavandería, patrio de recreo, zona de juegos y zona administrativa.

En la actualidad, el CDI San Agustín atiende a 198 niños y niñas, de los cuales 60 son hijos de trabajadores de empresa Alpina y son atendidos por siete Madres Comunitarias y siete agentes educativos, de los cuales cinco son técnicos en Primera Infancia, una licenciada en preescolar y otra, que está finalizando sus estudios como Licenciada en Educación.