Tres humedales en Soacha se están tranformando: así va el proyecto
Tres puntos del municipio de Soacha se transforman en escenarios de recuperación y esperanza ecológica.
En el sur de Cundinamarca, entre zonas urbanas en expansión y cerros que aún conservan sus tonos verdes, tres humedales empiezan a recuperar el equilibrio perdido.
Son los de Neuta, Tierra Blanca y Santa Ana, ecosistemas estratégicos de Soacha donde la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) adelanta un proceso de rehabilitación que busca devolverles su función natural como reguladores del agua y refugios de vida silvestre.
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La intervención hace parte de un programa ambiental más amplio que prioriza la restauración de los cuerpos de agua en la jurisdicción CAR.
En Soacha, la inversión supera los 6.400 millones de pesos y los trabajos alcanzan un avance cercano al 50 %. Bajo la dirección de Recursos Naturales de la entidad, las acciones se desarrollan con participación comunitaria y un enfoque que integra la recuperación ecológica con la educación ambiental.
El objetivo es claro: caracterizar, proteger y manejar los humedales de forma sostenible. Con ello, la corporación busca fortalecer la resiliencia del municipio frente a los efectos del cambio climático y garantizar que estos espacios sigan cumpliendo su papel en la regulación hídrica y la conservación de la biodiversidad.
Humedal Neuta: restauración integral
En el humedal Neuta, el trabajo se concentra en dos frentes. En la franja terrestre se siembran especies nativas y se instalan atractores de fauna que favorecen el retorno de aves y pequeños mamíferos. En el espejo de agua se mejoran las coberturas vegetales mediante la propagación y siembra de macrófitas en zonas estratégicas.
El plan prevé la rehabilitación de 1,16 hectáreas de área acuática y cerca de ocho hectáreas de franja terrestre, además del mantenimiento de casi dos kilómetros de cerramiento perimetral. Con estas acciones se busca asegurar la conservación del humedal y prevenir afectaciones externas que alteren su equilibrio.
Tierra Blanca y Santa Ana: control de especies y manejo de fauna
En los humedales Tierra Blanca y Santa Ana, las labores se enfocan en controlar especies invasoras, especialmente el buchón (Eichhornia crassipes), planta que cubre la superficie del agua y reduce el oxígeno disponible para otras formas de vida. La CAR adelanta la remoción de 1,4 hectáreas afectadas y la recuperación de dos hectáreas de franja terrestre.
El manejo de fauna silvestre, la protección de los suelos y la instalación de cerramientos hacen parte del conjunto de acciones que buscan restablecer las condiciones ecológicas de estos ecosistemas.
Comunidades que cuidan el agua
La recuperación no se limita al trabajo técnico. Desde el inicio del proyecto, las comunidades vecinas han tenido un papel activo en la construcción de planes de gestión social. A través de estos espacios se promueve el intercambio de saberes, el fortalecimiento de capacidades y la creación de estrategias conjuntas para el cuidado de los humedales.
La CAR ha destacado la importancia de estos procesos para garantizar la sostenibilidad de las obras, pues permiten que la población reconozca el valor ambiental y cultural de estos espacios. De manera paralela, se avanza en una agenda de sostenibilidad que busca articular esfuerzos institucionales, comunitarios y privados para asegurar la permanencia de los resultados a largo plazo.
Avances y articulación institucional
Los avances físicos reflejan el compromiso institucional con la restauración de los ecosistemas. Los humedales Tierra Blanca y Santa Ana alcanzan un 49 % de ejecución, mientras que en el Neuta el progreso llega al 38 %. Las áreas de intervención fueron concertadas con la Alcaldía de Soacha por un memorando de entendimiento que define la cooperación entre la administración municipal y la CAR.
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Esta articulación garantiza que los procesos de conservación se mantengan y se integren a la planificación territorial del municipio.
Con el avance de estas obras, Soacha recupera parte de su patrimonio ambiental y la CAR reafirma su propósito de proteger los humedales, esenciales para la vida, la regulación del agua y el equilibrio del ecosistema.