‘Urabeños’ sí hacen presencia en Soacha, dice Defensoría del Pueblo

El más reciente informe del Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo confirmó el ingreso de miembros del grupo ilegal autodenominado Los Urabeños al municipio de Soacha. El documento señala que si bien es cierto las autoridades han adoptado medidas, la situación de riesgo y amenaza generada por agrupaciones armadas, no sólo ha persistido, sino que incluso ha aumentado en los últimos ocho meses.


El informe del SAT (Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo) indica que el panorama de riesgo en el municipio de Soacha continúa fundamentado en la presencia y actuación de grupos armados ilegales, aunque no se precisa si dichas organizaciones actúan directamente bajo el nombre que ha caracterizado a las autodefensas, incluso después de la desmovilización, como Águilas Negras, Bloque Capital y los Rastrojos, entre otros.

Lo que sí confirma es el ingreso de Los Urabeños al perímetro del municipio de Soacha, además se asegura que la presencia y actuación de estos grupos ilegales se ha extendido a zonas que no habían sido objeto de advertencia por parte de la Defensoría del Pueblo, como el caso de los barrios Bochica y La Amistad de la comuna dos.

«El ingreso de los Urabeños implica el inicio de un proceso de disputa territorial para el dominio de los centros de expendio de alucinógenos, conocidos como ollas, para el cobro de cuotas orientadas a su funcionamiento y la persecución y ataque a quienes se oponen a sus pretensiones de control», especifica el informe.

Algunas autoridades señalan que el incremento de los asesinatos en el municipio de Soacha obedece a la disputa entre los grupos ilegales por el control de los territorios. Por ejemplo, en sectores como Altos de la Florida parte de los homicidios son de personas vinculadas al expendio y consumo de alucinógenos, situación que podría estar relacionada con el ingreso de nuevas estructuras armadas.

La Fiscalía, por ejemplo, reconoció en el más reciente informe, que sólo en los meses de enero y febrero de este año, se han producido 43 muertes violentas en el municipio de Soacha.

Pero para la Policía Nacional, el incremento en los homicidios obedece a factores diferentes a la actuación de los grupos armados ilegales. El coronel Carlos Rojas, comandante del Distrito Especial de Policía Soacha, dijo que a la institución le preocupa el aumento de los homicidios en las zonas periféricas de la ciudad. Al consultarle sobre las cifras, no dudó en acotar que estas acciones están relacionadas, en su mayoría de casos, a la ingesta de licor y en ocasiones combinadas con sustancias prohibidas que dan origen a riñas, actos que posteriormente se desencadenan en lesiones personales y homicidios.

Vale la pena señalar que los sectores a los que hace referencia el uniformado son los límites entre Cazuca y Ciudad Bolívar, además de la frontera entre Olivos y Bosa. En estas zonas se está trabajando de manera conjunta con la Policía de Bogotá para controlar los horarios en los que se despacha licor y se abre al público. En este momento los establecimientos comerciales en dichas zonas deben atender hasta las once de la noche.

“La gestión que realiza el municipio con Bogotá es muy importante en aras de que se tengan los mismos horarios, porque en la capital son un poco más extensos, entonces no es sino pasarse una cuadra y las personas continúan bebiendo, y tan pronto cierran simplemente se devuelven y en muchos casos se presentan riñas acompañadas de lesiones personales, algunas de las cuales lamentablemente terminan en tragedias”, agregó el oficial.

Lo cierto es que aunque no hay uniformidad ni coherencia entre los informes de los organismos de seguridad, la situación en Soacha es demasiado complicada y desde mediados del año anterior se viene discutiendo si es cierta o no la presencia de Los Urabeños en el municipio. Pero independientemente de lo que asegura la Defensoría del Pueblo, la ciudad está carcomida por la delincuencia y sus actos se reflejan en el masivo comercio de sustancias alucinógenas, atracos, robos y asesinatos.

Y más preocupante aún para la ciudadanía es que no se ve una luz de esperanza que indique la disminución de la delincuencia. Lo contrario, el informe del SAT precisa que la intención de estos grupos ilegales es ampliar su presencia, control territorial y social a través de la persecución a procesos educativos, sociales y culturales impulsados desde las escuelas, colegios y otros espacios de formación y capacitación.

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