Vandalismo invade el polideportivo Santa Ana

Los consumidores de droga y algunos vecinos poco sociables se convirtieron en mal ejemplo para la comunidad de este sector de la comuna uno. A pesar del esfuerzo de los líderes comunales y de buena parte de sus habitantes, el único parque del barrio Santa Ana es ahora blanco de los de los enemigos del progreso.


El escenario es uno de los pocos con los que cuentan los residentes de la zona para la práctica del deporte, por eso desde estudiantes de algunos colegios hasta familias que buscan un espacio de entretenimiento salen a este parque a tratar de pasar un rato agradable. Sin embargo, a algunos individuos no les importa que sean niños quienes en su mayoría disfrutan de los pocos elementos que aún conservan su buen estado, y proceden a realizar actos vandálicos.

A pesar de las iniciativas que han ejecutado algunos líderes, ha sido poco el apoyo que ellos reciben por parte de la comunidad para mantener los espacios públicos en el mejor estado posible. Según algunas fuentes consultadas, hay quienes tildan de “esclavos” a los miembros de la JAC que han emprendido jornadas de limpieza en el parque, encontrando a su paso colillas de cigarrillo, fosforos usados, papeletas de marihuana y bazuco, y envases de pegante.

“Los vecinos pasaban y nos decían “uyy miren los esclavos”, la misma comunidad nos insultó, no ven que las jornadas de limpieza las hacemos por el bien de todos y no de nosotros solos, es difícil, por eso decimos que cosas buenas por hacer hay, pero falta el apoyo de los vecinos”, puntualizó Laureano Bernal, tesorero de la JAC.

“Levantamos las puertas, se mandaron soldar porque estaban caídas, se resanó y se les metió cemento, la intención es colocarle un horario al parque con el fin de que los niños que vienen a consumir droga respeten el espacio público, dese cuenta de la cochinada que dejan cada vez que vienen a consumir su vicio”, indicó Rubén López, dignatario de la JAC.

Hay que mencionar que el terreno para la construcción de este parque fue donado hace algunos años y por lo tanto sus habitantes tienen la potestad para realizar actos que propendan por el beneficio común. Sin embargo, en este caso hay quienes le dan un uso diferente al que para normalmente está destinado el escenario deportivo, allí los drogadictos exhiben sus herramientas de entretenimiento delante de los niños que utilizan la cancha para jugar.

“Como les dije a ellos, ustedes no tienen por qué fumar en los parques, a veces he llamado a la policía y vienen y los requisan, pero ellos esconden lo que tienen, me he dado cuenta que la cancha se limpia cincuenta mil veces y cincuenta mil veces vuelven a ensuciarla, al otro día encuentra uno el basurero de colillas”, explicó un docente de una institución educativa que utiliza las instalaciones del Polideportivo Santa Ana para dictar algunas clases de educación física.

Además señaló que estas personas, aparte de generar mal ejemplo entre los niños, utilizan las tapas de los desagües para esconder las sustancias que usan para drogarse, cosa que cuando vayan a requisarlos no les encuentren nada, y sin ser suficiente para ellos, han causado daños en el interior de estos desagües, junto a la falta de conciencia de algunos residentes que al usar el parque botan basura en su interior, tapando la entrada de aguas lluvias y provocando inundaciones.

“Falta más compromiso de la gente, tal vez existen las iniciativas, pero al momento de salir a mejorar en algo los problemas, pocos son los que verdaderamente se toman en serio la causa”, aseguró Leonardo Bacca, residente y comerciante del sector.

Por último, se destaca el acompañamiento que la Fundación Social ha venido realizando a algunos líderes cívicos que han visto un soporte y una garantía de aprendizaje, gracias a la formación que los miembros de esta institución inculcan en ellos. Por otra parte, el Parque de santa Ana también se encuentra en el listado de escenarios a intervenir por parte del IMDRS, ya que sus instalaciones están totalmente deterioradas.

Adicionalmente, algo que se espera poder combatir con ayuda de los entes encargados es la proliferación de estupefacientes, por eso la comunidad solicita que se ataque el problema de raíz, es decir, que se desmantelen las “ollas” donde se comercializa la droga, aunque para ello también se requiere la unión entre vecinos con el fin de poder combatir el flagelo de la drogadicción y un inminente aumento de la inseguridad.

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