Cundinamarca lanza ‘Reality’

Posted on 26 de julio de 2014 by Periodismo Público

El capitán Carlos Serna es el protagonista de Viento de Cola, el nuevo reality documental de Canal TR3CE los domingos a las 10 de la noche.

Él vuela por los cielos de 6 departamentos de la Zona Andina y el pie de monte llanero en su pequeño ultraliviano, haciendo parada en 10 municipios para cumplir con unas tareas específicas: buscar una receta tradicional, un artista y su obra y una especie animal o vegetal de la zona. Una vez conseguidos los tres objetivos, el avión y su piloto despegan hacia su nuevo destino.

Dirigido por Gabriel Castrillón, Viento de Cola mostrará una Colombia Andina desconocida. No solo ver los hermosos paisajes, el verde de las montañas y la nueva perspectiva de recorridos que usualmente se hacen por tierra, sino que el Capitán Serna presentará invitados que por primera vez se enfrentan a cámaras y con historias interesantes para contar.

Antes de iniciar el viaje, la palabra clave en Viento de Cola fue Diversidad. Y por ello estudiaron con cuidado el itinerario para tener variedad de climas, de paisajes, de culturas, de departamentos y de comidas. Y el resultado fue un gran viaje dividido en dos etapas que salió y regresó a Flandes, Tolima.

En la primera estuvieron en Aquitania (Boyacá), Aguazul (Casanare), Paratebueno (Cundinamarca), Cumaral (Meta) y Armero-Guayabal (Tolima). La segunda etapa visitó a Chaparral (Tolima), Villavieja, Altamira y Pitalito, todos ellos municipios del Huila. En total fue casi un mes de viaje, 165 horas de grabación con un promedio de 6 horas por día y 24 horas de vuelo del Capitán Serna piloteando un ultraligero biplaza RANS S6 Coyote II, al que solo le adaptaron las cámaras y las imágenes con el logo del programa y del canal.

Sin duda la figura del capitán Serna es parte del gran atractivo de Viento de Cola. “Íbamos a realizar casting para presentador cuando el presidente de Aerosport, el club de ultralivianos que nos asesoró, nos comentó que antes conociéramos al Capitán Serna, su director de operaciones. Resultó ser, además de piloto e instructor de aviación deportiva y comercial, profesor de música, saxofonista, pianista, director de orquesta y actor retirado. Con gran empatía, disposición inmediata y sin reservas. En la segunda reunión con él ya sabíamos que era nuestro personaje, además que se las sabía todas: rutas, tiempos, trayectos peligrosos, fechas ideales por condiciones climáticas, etc”, comenta Castrillón.

Y el Capitán cumplió la tarea impuesta en Viento de Cola. Realizó todos los retos: se metió en el agua, en la selva, comió lo que le pusieron en el plato, pescó, pintó, cantó, tocó instrumentos y hasta voló más de la cuenta, ya que muchos niños que nunca habían visto de cerca y tocado un avión, recibieron como premio un viaje corto a bordo del ultraliviano. Hoy el Capi se emociona contando y recordando la cara excitada de los pequeños que vieron cumplir un sueño que parecía imposible.

Pero el Capi también tuvo momentos para olvidar, en especial a la hora de comer ya que es vegetariano desde pequeño. “Hubo muchas pruebas comiendo carne. Y le costaban trabajo. Recuerdo que en Cumaral, la capital mundial de la mamona, tuvo que «enchuzar» la carne, que es ensartarla en el palo en el que se pone a cocinar. El olor a carne y la sensación de tener sangre en las manos fue molesto para él, pero… probó la mamona”, añada Castrillón.

Afrontar la realización de Viento de Cola conllevó muchas dificultades técnicas. El reto inicial fue buscar donde situar las cámaras para lograr que cada vuelo se aprovechara al máximo visualmente. Otro fue ir aprendiendo trucos para que la vibración del avión no afectara las cámaras externas, aspecto en el cual se volvieron expertos logrando gran estabilidad de los equipos e imágenes muy lindas. El último fue dividir el equipo de producción para que siempre hubiera una cámara con el Capi. En los trayectos largos un equipo salía la noche anterior para grabar la llegaba del Capí mientras el otro se quedaba con él en el despegue.

Además de las dificultades técnicas, el hecho de ser un avión pequeño aumentaba el riesgo de problemas cuando se está en el aire. Para el director de Viento de Cola cada vez que el Capitán alzaba vuelo era un suplicio y hoy recuerda dos hechos puntuales. “El primero fue llegando a la Laguna de Tota. Los vientos empezaron a mover el avión de una forma que el mismo Capi después nos confesó que sintió que podría llegar a perder el control. El segundo fue saliendo de la pista de La Jagua, entre Garzón y Altamira, en el Huila; cuando despegó el avión se cerró el cielo y quedó entre las nubes. No había forma de devolverse, pero gracias a la pericia y experiencia del Capi, lograron salir por el único hueco que había entre la espesa nubosidad y llegar finalmente a Gigante, en donde las condiciones eran más amables”, relata el director.

Una parte importante para destacar en la realización de Viento de Cola es la participación de los habitantes de los municipios visitados. Una vez estuvo el itinerario, Johanna Perdomo y Gabriel Castrillón, de Praticamente, la productora del programa, realizaron el recorrido por tierra y visitaron las Secretarias de Cultura de los Municipios, colegios importantes y se mezclaron con los habitantes para que conocieran del proyecto y se vincularan a él.

“El programa lo hicieron ellos. Siempre quisimos hacer un programa basado en el «crowdsourcing”, es decir, que la gente fuera nuestro recurso principal y nuestro proveedor de información. Creamos una página de facebook (www.facebook.com/vientodec) en la que los estudiantes y personas de los municipios subieron fotos, videos, propuestas de sitios para visitar y retos para el Capi”, comenta Castrillón.

El compromiso y respuesta de la gente fueron totales, ya que además de sentir que por primera vez eran tenidos en cuenta por los medios de comunicación, se esmeraron en mostrar lo mejor de su tierra y su idiosincrasia.

Praticamente, empresa productora de Viento de Cola, fue ganadora del Premio India Catalina a la innovación o mejor nuevo formato en televisión 2013 con el programa Trueque, programa nominado a los India Catalina 2014 en la categoría de mejor programa de entretenimiento.