Zona rural de Usme es el nuevo hogar de un águila de páramo rehabilitada por la Secretaría Distrital de Ambiente
La vereda La Unión, una zona rural de la localidad de Usme que cuenta con una altura de 3.560 metros sobre el nivel de mar, es el nuevo hogar de un águila de páramo rehabilitada por la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA). En este lugar, este macho compartirá con otras tres aves más de la misma especie.
Funcionarios de la SDA y de Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) liberaron ayer a esta rapaz, que fue recuperada por la Policía Ambiental y Ecológica el 20 de octubre de 2010 en una vivienda en Usme; el ave era alimentada con pedazos de carne y granos de arroz.
Inmediatamente, el águila juvenil fue llevada al Centro de Recepción de Fauna Silvestre de la SDA para ser valorada por los expertos, que diagnosticaron dificultad en su vuelo, un plumaje opaco y traumatizado y falta de ejercicio; pesaba 1.149 gramos y medía 63 centímetros.
La entidad decidió implementar un plan especial de rehabilitación, que consistió en ingresar al ave a una zona de cuarentena. La rapaz fue aislada de todo contacto visual y sonoro con el exterior en una jaula amplia de más de 36 metros cuadrados.
Primero se hizo énfasis en su nutrición. Poco a poco la rapaz fue recuperando la destreza para cazar presas vivas como roedores y codornices que eran introducidos por tubos dispensadores laterales.
Para ejercitar y mejorar su vuelo, la SDA instaló dentro de la jaula dos perchas en los extremos oriental y occidental. Allí, el ave volaba de un lado al otro, mientras era observada por sus cuidadores.
Las “clases de vuelo”empezaron el 31 de octubre de 2011. En esa fecha el águila realizaba 8 vueltos de percha a percha sin jadear en cada intento.
Ahora, luego de mucho practicar, la rapaz no sólo mejoró su habilidad para cazar, sino que incrementó considerablemente el número de vuelos en cada intento (entre 45 y 50 sin jadear). En ocasiones realiza giros y cambios de dirección repentinos.
Su plumaje, inicialmente opaco y traumatizado, mudó parcialmente con plumas brillantes, fuertes y limpias desarrolladas o en crecimiento. La coloración pasó de ser café-rojiza en el dorso y blanco en su vientre, a grisáceo y blanquecino, indicando que el ave ahora es un subadulto.
Por su evolución y habilidad, y ya que no acepta fácilmente la presencia del humano (sale volando inmediatamente), los expertos de la SDA concluyeron que podrá desempeñarse adecuadamente en su hábitat natural, donde podrá buscar su alimento y competir con otras águilas por el territorio.
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