210 millones de personas son adictas a Internet

Las adicciones
son amenazas para la sociedad que traen consigo múltiples consecuencias
negativas en los ámbitos individual, familiar y social. Estas se convierten en
problemas de salud pública, deterioran las relaciones familiares y causan
sufrimiento a la persona que las padece. La actividad preventiva, los factores
protectores y la identificación temprana de los síntomas permiten tener una reacción
para evitar este flagelo.

Hoy, existe un
espectro de adicciones
: al tabaco, al alcohol, a las sustancias
psicoactivas, a la pornografía, a la tecnología, entre otras. Según un estudio
de la University of Michigan y la Middle Tennessee State University,
aproximadamente 210 millones de personas en el mundo sufren de adicción a
internet. Aunque cada adicción actúa de forma diferente, hay ciertos rasgos en común
que pueden alertarnos.

Aida Casadiego, psicóloga y profesora del Instituto de La
Familia, expone seis signos de alarma
frente a las adicciones:

1. Tienes pensamientos recurrentes sobre algo y no puedes
dejar de pensar en eso. Por ejemplo, fumarte un cigarrillo.

2. Sientes que pierdes el control sobre tus deseos y les
cedes a tus impulsos la libertad de elegir.

3. Empiezas a presentar ansiedad, nerviosismo, sensación de
desesperación o estrés por no hacer lo que quieres.

4. Inventas cualquier excusa para tener el comportamiento
adictivo. Aquí vienen las típicas frases “es uno y nada más” o “solo estaré
cinco minuticos más”. Además, el comportamiento se justifica porque “se está
feliz o se está triste para hacerlo”.

5. Comienzas a aislarte y dejas de disfrutar momentos con
tus seres queridos por ceder ante el comportamiento adictivo. Haces esto todo
el tiempo e interrumpes tus actividades normales.

6. Empiezas a tener conflictos en las relaciones
interpersonales porque los otros reconocen un comportamiento anormal en ti.
Entonces, te irritas con facilidad cuando alguien te dice que te estás
excediendo en algo.

Si identificas algunas de estas señales, analiza tus comportamientos y busca ayuda.
“Usualmente, lo primero que pasa es que la persona se niega a aceptar la
adicción y cree que puede manejarla sola. Entonces, el autoconocimiento es
importante para pedir ayuda profesional”, dice la profesora Aida Casadiego.

¡A entrenar la voluntad!

La profesora Casadiego recomienda hacer ejercicios que ayuden a entrenar la voluntad; por ejemplo,
poner el celular en modo avión mientras se estudia o privarse de comer algo que
cause mucho gusto, como un dulce. “Lo más importante es tener la certeza de que
se deja de hacer algo para aspirar a beneficios mayores”, explica. Sobre este
punto, el psiquiatra Enrique Rojas expone la siguiente idea en su texto La
conquista de la voluntad: “Lo primero que necesitamos para ir domando la
voluntad es ser capaces de renunciar a
la satisfacción que nos produce lo urgente
, lo que pide paso sin más. Lo
inmediato puede superarse y rebasarse cuando existen otros planes, a los que
nos hemos adherido y que han sido incluidos dentro de nuestro proyecto de vida,
el cual no se improvisa, sino que se diseña”.

Por Instituto de la Familia – Foto: www.cnnchile.com

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