Una de las vías más importantes de Cundinamarca será entregada pronto: mejorará la movilidad para unos conductores
Un corredor estratégico para la economía de la región estará listo en cuestión de meses y mejorará la experiencia de miles de conductores.
La rehabilitación de la vía Zipaquirá–Pasoancho–Briceño ya alcanza un 70 % de ejecución y se proyecta como una de las obras viales más importantes para el transporte de carga en Cundinamarca. Este corredor, por donde a diario circulan tractomulas y dobletroques, es clave para la logística de Sabana Centro, pues conecta zonas productivas con las principales rutas nacionales que abastecen a Bogotá y a buena parte del centro del país.
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Durante décadas, este trayecto fue sinónimo de huecos, polvo y demoras. Agricultores, transportadores y habitantes de las veredas vecinas soportaron los altos costos de mantenimiento de vehículos, pérdidas de tiempo y, en temporada de lluvias, riesgos constantes de accidentes. Hoy, ese panorama comienza a cambiar gracias a una inversión superior a 11.000 millones de pesos, de los cuales cerca de 9.000 millones provienen de la Gobernación de Cundinamarca y 2.000 millones de la Alcaldía de Zipaquirá.
En su más reciente visita técnica, el gobernador Jorge Emilio Rey destacó la magnitud del proyecto y su impacto para toda la región. “En Cundinamarca la atención de las vías departamentales secundarias es una prioridad, porque son las que mueven la economía local. No se trata solo de pavimentar, sino de garantizar que los productos de nuestros campesinos y de nuestras industrias lleguen en mejores condiciones a los mercados”, afirmó el mandatario, mientras recorría el sector de Pasoancho junto a ingenieros, trabajadores y líderes comunitarios.
Rey subrayó que la obra no es un simple mantenimiento, sino una intervención de fondo que busca durar por décadas: “Estamos hablando de un corredor estratégico. Esta vía soporta transporte pesado todos los días; por eso hemos diseñado una estructura de pavimento con los más altos estándares de resistencia. Queremos que esta inversión sirva a esta y a las próximas generaciones, que no volvamos a tener que remendar tramos cada año”.
El gobernador también resaltó el papel de la articulación institucional: “Aquí hay un esfuerzo conjunto que demuestra que cuando municipio y departamento trabajan de la mano, las soluciones llegan. Zipaquirá puso 2.000 millones de pesos, Cundinamarca cerca de 9.000. Esa es la fórmula para avanzar: unión de recursos, planeación técnica y seguimiento permanente”.
Las principales obras que se adelantan incluyen:
- Rehabilitación de cerca de dos kilómetros, distribuidos en dos tramos críticos para el tránsito de carga.
- Estructura de pavimento de alta resistencia, diseñada para soportar el paso constante de tractomulas y dobletroques.
- Ancho de calzada de ocho metros, que permitirá una circulación más fluida y segura.
- Construcción de cunetas, filtros, sardineles y obras de drenaje para mitigar los efectos de las temporadas de lluvia y sequía.
- Instalación de señalización vertical y horizontal, con demarcación de carriles y elementos de seguridad vial para reducir la accidentalidad.
Además de la importancia logística, la obra tiene un fuerte componente social. La comunidad de Pasoancho llevaba años solicitando la intervención de esta vía, fundamental para el acceso a servicios básicos, el transporte rural y la movilidad cotidiana. “Esta intervención nos cambia la vida. Deja de ser un camino de polvo para convertirse en una vía digna”, expresó María del Carmen López, habitante del sector.
El gobernador coincidió en que la obra es una respuesta directa a esas necesidades: “Sabemos que esta carretera es el único medio para que muchas familias puedan salir a trabajar, llevar a sus hijos al colegio o recibir atención médica. Por eso, este proyecto no solo es infraestructura, es calidad de vida”.
La finalización está prevista para los próximos meses, siempre que las condiciones climáticas acompañen el cronograma. Una vez concluida, la vía Pasoancho–Briceño dejará de ser un punto crítico en la red vial de Sabana Centro para convertirse en un corredor seguro, eficiente y capaz de soportar el crecimiento económico de la región.
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Con cada metro de asfalto, Zipaquirá se acerca a una movilidad moderna que fortalecerá su papel como motor productivo de Cundinamarca. “Más vías significan más competitividad, más empleo y más oportunidades para nuestra gente”, concluyó Rey. “Este es el camino para que nuestros municipios sean verdaderos protagonistas del desarrollo del país”.
Foto: Gobernación