Paro nacional refleja brechas entre los partidos políticos
Los partidos políticos se han quedado sin argumentos frente a las movilizaciones sociales que se dieron a finales de 2019 con el paro nacional y los “cacerolazos”.
Así lo consideran docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en un debate sobre los resultados del paro nacional que se adelanta en Colombia y el impacto que ha tenido en los partidos políticos tradicionales del país.
“Los extremos políticos se han ido quedando sin argumentos. Quienes defienden hoy el statu quo han demostrado su incapacidad para entender lo que está pasando, solo ven lo que quieren ver”, dijo el profesor de Ciencias Políticas Iván Garzón, para quien parte del fenómeno que se presenta con este paro se aduce a que “la política de partidos se está tomando las calles”.
El conversatorio “Lo que hemos aprendido con el paro. Y lo que falta por aprender”, organizado por el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri), se centró además en las reflexiones de lo que se ha planteado tanto desde el paro nacional como desde la movilización social: sus intereses, peticiones, formas de comunicar y hasta de los nuevos modelos de participación.
“¿Cuál es la violencia que visibilizamos? Es importante distinguir las formas que provienen del Estado, que incluyen la infiltración a la protesta y la violencia a través del Esmad”, señaló la profesora María Teresa Pinto, quien estudia los métodos de investigación y la guerra civil colombiana en el Iepri.
“Existe una regulación de la protesta que tiene como objetivo acallarla, perseguirla y no garantizarla, ¿qué pasa con el disenso social, qué lugar tiene en la sociedad? El derecho a la protesta legítima se pone en cuestión”, agregó la docente Pinto, quien abrió el debate moderado por el investigador de la UNAL Fernando Peñaranda.
Toma de conciencia
Por su parte el profesor William Duica destacó el hecho de que se hayan sumado personas que antes no tenían relación con las movilizaciones, como las nuevas convocatorias de madres, la comunidad LGTBI, los indígenas y las personas del común: “esta movilización ya es una toma de conciencia del país”.
La internacionalista Sandra Borda analizó el papel que han jugado los medios de comunicación y el sesgo que muchas veces se ve reflejado en una lucha de poderes, evidente en tres puntos: el uso de la fuerza, el movimiento en universidades privadas y públicas y las formas de conversación que se vienen planteando. Según este análisis, la invitada destacó el hecho de que “la sociedad aprendió a movilizarse con o sin partidos políticos”.
Una mirada parecida planteó la profesora María Emma Wills, para quien “el paro es fruto del Acuerdo de Paz, y lo que existe en este momento es un problema de representación, debido a la poca identificación de los marchantes con los partidos políticos tradicionales”.
Según explicó el profesor del Iepri Francisco Gutiérrez, esto muestra que “sí hay un malestar difuso que los distintos actores han llevado al espacio político y que se ve reflejado no solo en la cantidad de personas que salen a marchar, sino en las temáticas y formas de organizar este movimiento social, cuyo punto más álgido se dio entre noviembre y diciembre de 2019”.
“Desde 2011 veo una relación entre el movimiento estudiantil chileno y el colombiano. Existe la irrupción de una nueva generación y una masificación del feminismo, hay una generación transgeneracional”, agregó el Fabio López de la Roche, profesor del Iepri.
Durante el paro se redactó un documento que incluye más de 100 puntos o razones de la protesta, el cual fue analizado por el gobierno del presidente Iván Duque mediante una comisión y una mesa de conversación nacional que será evaluada en marzo de este año.
Mientras tanto, en las calles se estructuran marchas en el marco del paro nacional. “Hay una nueva generación que no quiere más de lo mismo”, concluyó el profesor López.
Fuente: Unimedios, universidad nacional
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