Agarrón político tiene a Soacha en el más profundo caos administrativo
Tal vez resultó fácil para los opositores del alcalde José Ernesto Martínez celebrar una equivocada decisión de una juez de control de garantías al suspender temporalmente al mandatario debido a un proceso que se adelanta por dos contratos de 17 millones de pesos cada uno.
Es bueno recordar que sobre las 4:30 p.m de aquel viernes 12 de noviembre algunos concejales y unos pocos líderes opositores del gobierno recibieron la decisión desenfrenadamente y como si se tratara del festejo de un título mundial o algo parecido, armaron el ‘zafarrancho’ con pólvora, cerveza, gritos y burlas hacia los simpatizantes del alcalde Martínez y en contra de los mismos funcionarios de la administración municipal.
No hay que olvidar esa actitud porque sin duda fue grotesca y bochornosa para saber qué clase de líderes nos representan y recordar que esa clase de espectáculos nada bien le quedan a quienes dicen ser los ‘representantes del pueblo’.
Pero quiero dejar ese lamentable ‘espectáculo’ ahí, aunque lo traigo acotación porque de ese hecho se desprende una serie de elementos que en sólo dos meses han desencadenado la más profunda crisis administrativa y política del municipio de Soacha, reflejada en desgobierno y falta de orientación para ejecutar una serie de programas y proyectos que la actual administración se trazó desde el Plan de Desarrollo.
Soacha está sumida en una profunda crisis administrativa, no por incapacidad del alcalde encargado Claudio Mario Galán, sino por el desconocimiento e inexperiencia en temas propios del municipio y en la falta de continuidad a cada uno de los programas que el suspendido alcalde Ernesto Martínez venía desarrollando y que ya comenzaban a mostrar sus frutos.
Nadie discute que el doctor Galán es un amplio conocedor del país, que gracias a su experiencia y roce político tiene excelentes contactos con el alto gobierno y que por su gestión se logró que mil unidades de vivienda de ‘Ciudad Verde’ sean destinadas a los damnificados por la ola invernal. Pero es claro que su cargo oficial es el de Secretario de Planeación de Cundinamarca y que la tarea que el gobernador Andrés González le encomendó para Soacha es sólo un encargo.
Ahora: si recordamos el discurso de posesión del doctor Claudio, es claro que fue enviado por el gobernador básicamente para que impulsara tres temas que seguramente son de interés del mandatario departamental: Transmilenio, los proyectos de vivienda y la atención a la crisis generada por el invierno
Y dónde quedan los demás?. Recordemos que en cabeza del mismo alcalde Martínez se presentaron varios proyectos de acuerdo al concejo para impulsar grandes obras y programas que sin duda traerán desarrollo y progreso al municipio. Por sólo mencionar algunos hablemos del Soacha Cable, del Terminal de Transporte, del centro de ventas populares, las ciudadelas educativas, la adecuación y construcción de más de treinta parques deportivos y recreativos en sectores vulnerables, el parque del Bicentenario, la construcción del jardín infantil en la comuna dos, la legalización de barrios y el agua potable en las comunas cuatro y seis, el convenio con la E.A.A.B. para la construcción de los Box Culvert, la capacitación a las Juntas de Acción Comunal, Transmilenio, entre muchos otros.
Dirán ustedes que me dediqué a defender la gestión del alcalde Martínez, pero es que me parece bueno recordar que con la suspensión de su ejercicio Soacha quedó a la deriva, sin doliente ni control alguno. En estos momentos pareciera que el municipio fuera tierra de nadie, cada quién hace lo que le parece porque la lucha por el poder se asemeja a una disputa canina y felina para demostrar que el más fuerte y agresivo es el que se queda con la mejor ‘presa’.
¡Qué irrespeto hacia Soacha y hacia sus instituciones!… Y tengo que decirlo: Qué equivocación tan grande la del señor gobernador al nombrar en encargo a una persona que no es de Soacha para que dirija a este caótico municipio, pero aún peor la salida en falso al nombrar al doctor Mario Ballén para que reemplazara por menos de una semana al alcalde encargado Claudio Galán, y lo digo porque ese cambio constante de mandatario estanca cualquier proceso. Había a caso necesidad de que el Dr. Galán saliera a vacaciones teniendo en cuenta la situación actual de la ciudad?. Y si sigo recordando, mucho más delicado, lamentable y ‘bochornoso’ la actitud de algunos concejales, líderes y ex funcionarios de administraciones pasadas cuando creyeron coger el cielo a dos manos en los escasos días que estuvo el Dr. Ballén al frente de la Alcaldía. Maltrato, prepotencia, atropellos y abuso de poder salieron a flote, especialmente contra los funcionarios de la actual administración.
La verdad toda la ciudadanía debe saber qué es lo que está pasando en Soacha y hay que entender que el manejo del municipio no es un juego de aves de rapiña que se disputan su comida, ni mucho menos hay que manejar la alcaldía como si se tratara de un juego de azar para escoger la mejor baraja. Reitero que Soacha, sus instituciones y la comunidad merece respeto y es la hora que esta caótica, triste y lamentable situación se resuelva de una vez por todas.
Para los señores ‘caciques’ y dizque líderes políticos de ‘alta alcurnia’ un llamado especial y un jalón de orejas para que se bajen de esa nube y dejen de pensar que están tratando con cerca de un millón de borregos que hacen caso a sus intereses y apetitos personales para saciar y satisfacer su sed de poder. No se necesitan grados, especializaciones o diplomados para entender que este 2011 es un año político y que hay intereses diversos sobre Soacha, sobre todo de aquellos que están acostumbrados a mercadear con la política, con los votos y con la necesidad de la gente. Recordemos que sobre este jugoso municipio, hablando electoralmente, hay intereses de diversa índole para engañar a los votantes y obtener una elevada recompensa que jamás es devuelta; no olvidemos que de Soacha salen alrededor de 100 mil votos que elección tras elección contribuyen a fortalecer el poder y fortín de diputados, representantes, senadores y hasta del mismo gobernador y presidente de la República.
Bien lo escribió Humberto Tarquino es una de sus columnas para periodismo público cuando se refirió a nombres de políticos poderosos que tienen sus ojos puestos en Soacha: …” La opinión pública, los ciudadanos, la gente del común no debe olvidar que Soacha en términos electorales es un escenario estratégico porque el volumen de su votación puede definir ampliamente la elección de un gobernador y numerosos diputados en la próxima coyuntura electoral. De tal manera que desde el presidente Juan Manuel Santos en adelante, pasando por el ministro del interior y de justicia Germán Vargas Lleras, el gobernador Andrés González Díaz, el ex contralor Julio César Turbay Quintero, los directores de los partidos liberal, de la U y Cambio Radical así como poderosos interés económicos particulares, tienen toda su atención puesta en Soacha”. En otro aparte también menciona los nombres del magnate del transporte Carlos Delgado y del mismo Alex Rodríguez, hombre de confianza del gobernador. Ver: https://periodismopublico.com/Alcaldia-de-Soacha-a-subasta
Todo lo anterior indica que lo que está pasando en Soacha no es más que el producto de un juego de intereses politiqueros protagonizado por unos pocos, donde se encuentra el mismo gobernador Andrés González, y cuyo eje central es el jugoso fortín electoral del municipio, con un potencial que sobrepasa los 130 mil ciudadanos aptos para votar.
Pero lo delicado de todo este macabro juego es que estos pocos ‘caciques’ de la politiquería están pasando por encima del interés de los ciudadanos de Soacha sin importar lo que cada uno piense o sienta. Pareciera que no les importara ‘aplastar’ a las instituciones del municipio con tal de satisfacer su apetito.
No hay duda que la actual crisis se generó por la suspensión del alcalde Martínez ya que debido al vacío gerencial que ello generó comenzó la disputa por el control del municipio, una lucha que inicialmente se pensó que era sólo de la oposición pero que como pólvora se extendió a otros sectores que dejaron ver ‘el cobre’ e ingresaron a esa guerra fratricida y dañina, sobre todo para la ciudadanía. Lo peor es que como no hay un doliente y cada sector político quiere sacar la mejor tajada, el ponqué se está desmoronando.
Hay incertidumbre entre la ciudadanía, muchos proyectos están estancados, hay miedo de actuar, a los funcionarios públicos los acompaña una zozobra permanente, el mismo alcalde encargado está prevenido para firmar, los vendedores ambulantes ya se instalan a escasos dos metros del edificio gubernamental, la inseguridad aumentó, Transmilenio no tiene cuándo, la E.A.A.B. se burla de Soacha y la ciudadanía se pregunta por qué la decisión de una juez desencadenó este caos… mientras que los políticos de peso gozan de la crisis que se vive en Soacha y preparan sus mejores armas para asegurar una votación importante que les garantice su curul y poderío.
Quiera Dios que para el bien de Soacha se resuelva la situación de interinidad, ya sea que vuelva el alcalde Ernesto Martínez o el gobernador entienda de una vez por todas que no puede jugar con el municipio, y nombre a un alcalde que se comprometa a darle continuidad al programa de gobierno ‘Soacha para vivir mejor’ para que haya estabilidad y el desarrollo del municipio no se estanque.
La ciudadanía debe despertar, exigir respeto y no permitir atropellos ni abusos, y la mejor manera de hacerlo es sufragando el próximo mes de octubre masivamente sólo por candidatos del municipio. ¡NI UN VOTO PARA LOS POLITICOS DE AFUERA!. Soacha necesita compromiso y lealtad de sus habitantes y de sus verdaderos líderes, no de aquellos oportunistas que se aprovechan del mal ajeno para satisfacer sus intereses.¡LLEGÓ LA HORA DE ACTUAR!.
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