Así, tejeríamos una nueva sociedad

Dentro de los planteamientos que el señor Gobernador de Cundinamarca hizo en las mesas provinciales, está el de extender la jornada escolar, en aras de contrarrestar la inseguridad infantil y juvenil y la tranquilidad de los padres que deben permanecer todo el día fuera de casa por razones de trabajo. Este planteamiento es excelente y llevarlo a cabo plausible, mil veces plausible. Quiero unirme a este inteligente, social y prometedor proyecto, para lo cual espero que mi emoción me deje expresar una manera de poderlo materializar. Será una apuesta revolucionaria en el buen sentido de la palabra, y sin temor a equivocarme puedo asegurar que este gobierno dejaría una huella imborrable, con indicadores de gran impacto en todos los aspectos de la sociedad.


La educación debiera ser un proceso integral, en el que el desarrollo intelectual vaya de la mano con lo espiritual, corporal y de conciencia, cuyo resultado sería una sociedad nueva, con herramientas y posibilidades de construir proyecto de vida para el futuro y asumir responsablemente un compromiso con Cundinamarca. En esta integralidad, juegan un papel bien importante, el arte y la cultura, el deporte, el medio ambiente y la cultura ciudadana. Tengo una clara radiografía del Departamento, son cuarenta años de trasegar por él, haciendo cultura y muy cerca de la educación, soy fundadora de un colegio departamental y estuve frente a él por varios años con un grupo de personas de la comunidad, como lo hace una madre de su hijo recién nacido. Es por ello que me atrevo con toda humildad a sugerir, desarrollar los programas de Escuelas de Formación Artística y Cultural y Escuelas de Formación Deportiva en las horas adicionales como producto de extender la jornada escolar, sumándole además, la cátedra del Medio Ambiente y Cultura Ciudadana.

¿Por qué considero viable mi sugerencia?

1-Cada uno de los programas de Escuelas de Formación, tienen su propio presupuesto desde el Departamento por los Institutos respectivos (Cultura y Turismo y Deporte).

2- Extender la jornada escolar cuesta y el gobierno departamental y municipal, seguramente no tiene prevista esa carga presupuestal. Es posible que los recursos destinados en cultura y deporte para las Escuelas de Formación, sean suficientes o casi suficientes y sólo quede por cubrir el valor de la cátedra del Medio Ambiente y Cultura

Ciudadana y en algunos casos un poco más, pero buena parte de los recursos para llevarlo a cabo estarían ya presupuestados.

3- El mundo tiene un compromiso que asumir ante el planeta, él será, “la herencia que dejaremos a las futuras generaciones”. La puesta en marcha de esta propuesta daría a Cundinamarca la tranquilidad de conciencia, al estar educando responsablemente desde la infancia, para que se asuma un comportamiento sano e inteligente frente al medio ambiente y para que se haga uso racional de los recursos de los bienes naturales y los servicios como agua, luz, alcantarillados y otros. Esto último tinte una marcada incidencia en el problema ambiental.

4-La propuesta permitiría a las Escuelas de Formación, tener lo que después de casi quince años de implementadas no se ha podido lograr, una estabilidad y continuidad. Por tanto, al fin se podría estar hablando de procesos. Los formadores tendrían unos tiempos y responsabilidades dentro de una programación y coordinación, directamente desde las instituciones educativas, y por supuesto, de la mano de las respectivas instancias municipales de cultura y deporte. Así también las Escuelas de Formación contarían con unos estudiantes permanentes, con los que podrían visibilizar los resultados de su trabajo profesional.

5-Los formadores de las Escuelas mejorarían ostensiblemente su calidad de vida y sus oportunidades laborales serían más. Se terminaría el padecimiento de mini contratos de tres, cuatro, o cinco meses por año para los formadores, y el resto del año haciendo antesala en las alcaldías para ello, y mientras tanto trabajando gratis. Quiero dejar claro que este problema se da en una gran mayoría de municipios, pero que también hay algunos que manejan este programa con responsabilidad y conciencia, para dar ejemplo de algunos: Tocancipá, Chía entre otros.

6-De este modo las Escuelas de Formación tendrían al igual que la educación académica, un fácil seguimiento, cosa que como actualmente funcionan no se hace, unas metas, indicadores, al igual que los resultados se podrían medir con facilidad. Se estaría haciendo una excelente inversión

7-Se acabará entonces la mediocridad que con tristeza comúnmente vemos en las Escuelas de Formación. El manejo político que se les da, cuando se nombra personas sin idoneidad como formadores, a cambio de favores políticos u otras razones personales. Del mismo modo, muchos de los padres de familia, no podrán seguir pensando que las Escuelas son una perdedera de tiempo, puesto que están incrustados dentro de unos espacios de escolaridad. Tendría que mejorar la contratación y pagos irregulares que afecta a los formadores. La exposición de los niños, niñas y los jóvenes a los peligros de la calle y el exceso de televisión e sin internet sin control.

Esta sencilla, pero revolucionara propuesta, reflejará un mejor rendimiento académico de los estudiantes. “El arte y el deporte, potencializa las capacidades de los niños, las
niñas y jóvenes, despierta la creatividad, los sueños, los vuelve comprometidos, críticos, reflexivos, con actitudes positivas e inteligentes frente a la vida, entre muchos de los beneficios”.

El momento es coyuntural.

Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp