Campaña en contra de «Violaciones correctivas» en Sudáfrica

Avazz.org es una página web que difunde campañas en defensa de los derechos humanos y del medio ambiente. El tema de su última acción, aterra a las redes sociales y moviliza correos masivos.


Millicent Gaika fue maniatada, torturada y violada durante cinco horas por un hombre que alardeaba de estar ‘curándola’ de su homosexualidad. Sobrevivió de milagro, pero no se trata de un caso aislado. Este crimen espantoso constituye una práctica habitual en Sudáfrica, donde las lesbianas viven aterrorizadas ante los posibles ataques. Pero nadie aún ha sido condenado en ningún caso de ‘violación correctiva’.

Sorprendentemente, un grupo de valerosas activistas provenientes de una casa-refugio en Ciudad de Cabo están arriesgando sus vidas para conseguir que el caso Millicent sirva para lograr cambios. Su llamamiento al Ministro de Justicia ha explotado en una petición de más de 140,000 firmas, lo que le ha forzado a aparecer en la televisión del país. Pero el Ministro todavía no ha respondido a sus demandas de acción.

La práctica de la ‘Violación Correctiva’ se basa en la idea escandalosa y totalmente falsa de que una mujer lesbiana puede ‘convertirse en heterosexual’ si es violada, pero lo cierto es que este crimen ni siquiera es considerado como un «crimen de odio» en Sudáfrica. Las víctimas son a menudo mujeres negras, lesbianas, y marginadas. Ni siquiera la brutal violación en grupo y el asesinato en el año 2008 de Eudy Simelanede, la heroína nacional y antigua estrella de la selección sudafricana de fútbol femenino, logró darle un vuelco al problema.

Sudáfrica se ha convertido en una capital mundial de la violación. Una niña sudafricana que nazca hoy tiene más probabilidades de ser violada que de aprender a leer. Es algo impensable, pero una cuarta parte de las niñas sudafricanas son violadas antes de cumplir los 16 años. Son muchas las raíces del problema: la percepción de la existencia de unos ‘derechos’ masculinos (el 62 por ciento de los chicos mayores de 11 años creen que forzar a alguien sexualmente no constituye un acto de violencia), el empobrecimiento, los asentamientos superpoblados, el número de hombres desempleados y excluidos, la aceptación por parte de la comunidad. Y, en los pocos casos en los que las agresiones se denuncian ante las autoridades, se encuentran con una respuesta policial lamentable y unas decisiones judiciales excesivamente permisivas.

La campaña propuesta por avazz.org, se encuentra en la siguiente página web y pretende ser dirigida al Gobierno Sudafricano.

https://secure.avaaz.org/es/stop_corrective_rape/?vl

Fuente: Avaaz.org

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