CAR retiró buchón de la laguna de Fúquene y lo dispuso para abono: así es el proceso
La Laguna de Fúquene, uno de los ecosistemas lacustres más importantes de la región Andina, avanza en su proceso de recuperación ambiental gracias a un programa integral de manejo y conservación.
La Laguna de Fúquene no es solo un cuerpo de agua; es un refugio para la vida. Este ecosistema lacustre, ubicado entre Cundinamarca y Boyacá, alberga más de 160 especies de fauna y 82 de flora, muchas de ellas en peligro de extinción, y forma parte del Área Importante para la Conservación de las Aves – AICA, designada por BirdLife International. Su equilibrio, sin embargo, ha sido amenazado por la proliferación del buchón de agua, una especie invasora que reduce la oxigenación del agua y pone en riesgo la biodiversidad acuática.
Entre marzo y julio de este año, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca CAR emprendió una labor cuidadosa para recuperar este ecosistema: retiró cerca de 40 hectáreas de buchón de la laguna.
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El objetivo de este trabajo era, por un lado, restaurar las condiciones ambientales del agua y sus alrededores; por otro, transformar el material vegetal en un valioso abono natural que nutre los suelos de los predios circundantes.
El proceso es meticuloso y se realiza por tramos. En un primer segmento de 17 hectáreas, que va desde el nacimiento del río Suárez hasta Puente Concreto en Simijaca, el buchón es dirigido mediante barreras flotantes hacia áreas controladas, donde se retira con equipos especializados.
Posteriormente, se deshidrata y su volumen se reduce hasta en un 70%, para ser utilizado como fertilizante que enriquece la tierra y promueve la recuperación de los suelos.
“Con estas acciones integrales seguimos avanzando en nuestro compromiso por restaurar y conservar uno de los ecosistemas lacustres más estratégicos de la región Andina: la laguna de Fúquene”, destacó Yacir Ramírez, director de Infraestructura Ambiental de la CAR.
Estas intervenciones hacen parte de un modelo de recuperación ecosistémica que ya supera las 1.400 hectáreas intervenidas en el complejo lagunar Fúquene, Cucunubá y Palacio.
En este sentido, la CAR ha trabajado en cerca de 23,7 kilómetros lineales de fuentes hídricas, incluyendo ríos, canales y vallados, mejorando la conectividad de los ecosistemas y promoviendo el retorno de especies amenazadas como el cucarachero de Apolinar.
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La autoridad ambiental hace un llamado a la comunidad para sumarse activamente a la conservación de estos cuerpos de agua. Cada acción contribuye a que la biodiversidad del ecosistema perdure y que la laguna, legendaria por su riqueza natural, siga siendo un referente de sostenibilidad en la región Andina.
Foto: CAR