Microtráfico, inseguridad y delincuencia en la IE General Santander

Sumado a la difícil situación de inseguridad que se vive en la IE Julio César Turbay Ayala, este colegio ubicado en pleno corazón de Soacha está cercado por varios grupos de delincuentes que han generado tensión entre los estudiantes, profesores y padres de familia.


UDEC-Soacha
UDEC-Soacha

La dificultad se presenta en las horas de la mañana y a medio día cuando los alumnos de cada jornada se desplazan hacia el colegio para asistir a clases, con el riesgo de ser abordados por estos individuos y sufrir cualquier tipo de agresión, que bien puede ser un robo, un atraco y hasta una golpiza ordenada por otro estudiante que sirva de informante.

“Al ingreso y a la salida de los estudiantes hay un grupo de jóvenes que sólo tienen el objetivo de venir a hacerles daño a los muchachos; los asaltan, los intimidan y se nos está convirtiendo en un caos completo. Suponemos que la Policía hace el mayor esfuerzo, pero son tantas las instituciones educativas que cubrirlas todas debe ser muy complejo. Cuando ellos están no hay inconveniente, pero cuando no, hay una gran cantidad de personas cerca del colegio que son los que hacen un gran daño. El problema se presenta en ambas jornadas y a pesar de que las directivas del colegio ya han hecho lo pertinente para contactar a las autoridades competentes, desafortunadamente esa presencia es esporádica”, explicó Mario de Ávila, Docente de la institución.

“Aquí se vende vicio, hay pandillas e incluso tenemos estudiantes infiltrados en el colegio, de los cuales ya se han expulsado dos. La Policía no ha hecho la presencia necesaria debido a que no cuentan con el suficiente pie de fuerza y por lo tanto no es mucho lo que se puede hacer. A los muchachos los han robado y atracado, saben quien tiene dinero o elementos de valor e inmediatamente les caen para hurtarlo”, agregó José Luis Sánchez, Padre de familia de la institución.

La situación se ha tornado tan grave que de acuerdo a lo expresado por Sánchez y según lo confirman los mismos alumnos, al parecer dentro de las aulas existen personas infiltradas que están pendientes de cada movimiento de los jóvenes para mantener al tanto a los ladrones que esperan el momento preciso para atacar.

“En las actividades extracurriculares suelen filtrarse muchas personas raras, además en muchos casos las mismas compañeras se encargan de esconder drogas a algunos compañeros del salón y hay quienes desde los salones informan a los de afuera quien tiene algo de valor. Precisamente a mi me robaron un Blackberry que me habían dado de cumpleaños y aunque sólo lo habían visto los de la clase, no sé cómo adivinaron que lo tenía y me lo robaron. La Policía viene pero sólo esculca las maletas y no hace nada más debido a que la Ley no castiga a los menores de edad. Muchas veces los mismos bachilleres utilizan o consumen los elementos que son decomisados a los estudiantes, hemos visto a varios de ellos en eso y de esta manera hacen ver que nosotros los estudiantes somos quienes generamos el problema, obviamente omitiendo lo que ellos hacen. Además los auxiliares de Policía siempre que vienen se dedican a charlar con uno para buscar una cita, al igual que pasa con los soldados; no hacen nada más”, afirmó Ana Salcedo(*), estudiante de grado undécimo.

Otros alumnos hablaron también de los ‘encuentros’ que se dan entre diferentes estudiantes de los colegios del sector, quienes acuden al sitio para fumar todo tipo de sustancias que son en muchos casos rendidas con polvo de ladrillo.

De este caso concreto se sabe que hace poco en uno de los baños fue encontrado un joven inhalando Bóxer (pegante industrial). La IE General Santander fue una de las instituciones que participó el pasado sábado en la reunión que programó el mismo Alcalde Iván Moreno con el propósito de tratar el tema de la inseguridad en los colegios privados y oficiales.

(*) Nombre cambiado

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