Continúa la alerta máxima en Bogotá y municipios de Cundinamarca por creciente del río Bogotá

Dragado de cinco puntos estratégicos del río Bogotá, refuerzo de jarillones y adecuación de los meandros o zonas que puedan ser inundables para disminuír el impacto de la creciente que avanza por el cauce del afluente, anunciaron el gobernador de Cundinamarca, Andrés González Díaz¸ la alcaldesa encargada de Bogotá, María Fernanda Campo y el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, Edgar Bejarano Méndez, tras reunión sostenida para evaluar el avance de la creciente que en las últimas horas y a su llegada a la Capital registró aumento en el nivel de las aguas del río.


“En un trabajo conjunto con el Distrito vamos a intervenir cinco puntos donde hay una sedimentación importante que se ha acumulado en los últimos meses, y más aun con la fuerte oleada invernal. Son lugares donde es indispensable limpiar para facilitar el paso de las aguas. Los puntos a tratar son los ríos Tunjuelo y Fucha, así como los sectores de la Zona Franca, Canoas, Soacha y Aeropuerto, con los cuales buscamos evitar episodios como los que hemos vivido en Bogotá y Cundinamarca”, sostuvo el Gobernador Andrés González Díaz.

Según los análisis previos al recorrido de la onda creciente, se estima que ésta afectará en Bogotá barrios de las localidades de Suba, Engativá, Fontibón, Kennedy y Bosa, a los que se suman sectores de Cundinamarca, por lo que es indispensable atención permanente en Cota, Mosquera, Funza, Madrid y Soacha, ubicados en la cuenca media del río y en los municipios de Apulo y Tocaima de la cuenca baja.

De otra parte, el Mandatario manifestó que se está trabajando en la compra y arriendo de predios que pueden ser inundables, medida que denominó Operación Misisipi. Los predios que han sido previamente identificados son una alternativa para evitar que zonas urbanas queden bajo las aguas.

Destacó igualmente que en esta fase de las emergencias, el Departamento ha ganado varias batallas, la primera de ellas la protección de la vida de los habitantes de los municipios que se han visto afectados, gracias a los ensayos y programas de prevención de los municipios; y en segundo lugar, se ha mitigado el impacto del hambre y frio que dejan este tipo de sucesos con la entrega de mercados y ayudas humanitarias.

Por su parte, la alcaldesa encargada de Bogotá, María Fernanda Campo, señaló que las 95 instituciones que están involucradas en el sistema de prevención y atención de emergencias de la Capital deben está alerta y se continua en estado de emergencia máxima.

Finalmente, González Díaz, manifestó que el 95% del departamento está afectado, se registran más de 60 mil personas damnificadas y 30 mil hectáreas de tierras productivas inundadas. “Para reconstruir todas las zonas afectadas, las obras prioritarias e indispensables se suma en una primera fase una inversión superior a los 300 mil millones de pesos”, declaró.

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