Deserción escolar: estos son los grandes desafíos para el regreso a clases

A pesar de que enero y febrero son generalmente los meses en los que más niños retornan a las aulas de clase, hay miles de ellos que hacen parte de la deserción escolar.

 Muchos no pueden continuar con sus estudios por las distancias para llegar a la escuela, por tener una edad superior a la esperada para un determinado grado, o por falta de documentos para ingresar a las Instituciones Educativas.

En el Día Internacional de la Educación, es indispensable conocer las leyes y políticas que cobijan la educación para las niñas y niños en el país. La Ley 115 de 1994, denominada como la Ley general de Educación de Colombia, refiere que “la educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes”.

Es con esta definición de la ley que la organización humanitaria World Vision, en su premisa de que cada niño pueda vivir su vida en plenitud, hace partícipe a miles de menores a lo largo del territorio nacional en programas y proyectos que promuevan la educación como un derecho fundamental.

Esta comprensión se hace necesaria ante el panorama preocupante que muestra que más de 400.000 niñas, niños y adolescentes detuvieron o abandonaron sus estudios a finales del 2022 e inicios del 2023, según cifras del Ministerio de Educación. Adicionalmente a ello, la misma entidad, en el mes de noviembre del 2023, mencionó que la tasa de deserción intra anual preliminar a nivel nacional se encuentra casi en el 4 %.

Lo anterior, sin mencionar los obstáculos a los que se deben enfrentar las niñas, niños y familias migrantes provenientes de Venezuela, quienes debido a la dificultad de establecerse en un lugar digno y no contar con la documentación necesaria, ponen en pausa su educación, lo que en la mayoría de veces, se traduce en extraedad.

Regresar a clases no es algo fácil de asegurar para todos los niños, este debería ser un pleno ejercicio del derecho a la educación, y en esto influyen diferentes aspectos que hay que considerar como son las condiciones socioeconómicas de las familias, sus intenciones de buscar oportunidades en otros lugares o el costo que les implica cuando tienen varios hijos/as en edad escolar.”, menciona Sara Saldarriaga, líder de Educación en World Vision.

World Vision, implementó durante 3 años el proyecto “La educación no puede esperar” financiado por el fondo de Emergencias para la educación, Education Can not Wait y la Embajada de Canadá, enfocado en mejorar el acceso a educación de calidad, protectora y equitativa para la niñez y adolescencia migrante y refugiada que no asiste a la escuela por cualquier situación, apoyando a un promedio de 39.000 personas, incluyendo a la niñez y sus familias quienes se beneficiaron con este proyecto.

Del 2021 al 2023, 1.687 niñas, niños y adolescentes que no se encontraban estudiando entre el periodo de 1 a 3 años, pudieron acceder al sistema educativo colombiano en los departamentos de Antioquia, La Guajira y Norte de Santander, por medio del Modelo Educativo Flexible de Aceleración del Aprendizaje y la estrategia no formal de Refuerzo Escolar avalada por el Gobierno Nacional; ofertas alternativas que mejoran las habilidades básicas de lecto-escritura, matemática y habilidades socioemocionales y para la vida.

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