Ejerciendo el derecho al voto: Fútbol y Paz

En las pasadas elecciones fue difícil decidir cómo votar, había tres opciones: Santos, Zuluaga y en blanco, opté por esta última haciendo un ejercicio de análisis y convicción y negándome de alguna manera a ser manejada por las encuestas o por los medios de comunicación. Mi voto en blanco fue porque ninguno de los candidatos tenía propuestas serias, pensadas en la gente. En los últimos días ofrecían de “todo” para alcanzar la presidencia, sin el menor análisis y realismo de poder cumplir.


Voté a conciencia, independientemente, observando como en cada elección al país y sus ciudadanos, los candidatos lograron polarizarnos.Cuando se inició el conteo en el que iba arriba el candidato del “expresidente”, se decía: ‘Santos pierde por culpa de los ciudadanos que votaron en blanco’. Y esto me hizo reflexionar: ¿Es esto cierto?

Lo positivo fue el MANDATO POR LA PAZ que los ciudadanos exigen al presidente electo. Ya estamos cansados de la corrupción, de la muerte, del desplazamiento, del regalo de nuestros recursos naturales a las multinacionales, del robo de tierras y de la violencia generalizada.Queremos que nos hablen claro, que nos gobiernen con transparencia, buscando el beneficio colectivo y no particular.

Y algo está pasando en Colombia, la gente esta rompiendo tradiciones y paradigmas y como en la Selección Colombia de Fútbol estamos empezando y aprendiendo a trabajar en equipo, todos con la vista en la misma meta la PAZ y la reconstrucción del país.

Recordando el partido donde logramos el paso a cuartos de final pensaba que las negociaciones de paz requieren como lo hizo Pékerman en el primer tiempo: fortaleza, estar al frente presionado al contrario para lograr vencer la valla, haciendo uso de toda la garra de cada uno de los jugadores de nuestra selección, lograr los goles para alcanzar el objetivo. Y en el segundo tiempo: cambio de estrategia un juego más calmado, controlando la pelota, defendiendo el resultado. Y creo, igual debemos hacer cada colombiano.

Espero que la misma pasión con la cual vivimos este mundial Brasil 2014 lo hagamos para trabajar cada uno de nosotros por la PAZ, tan anhelada por más de ochenta años, que nos movilicemos con la misma alegría, solidaridad y esperanza en este fin.

El fútbol nos unío como país, mostró lo mejor de cada uno de los colombianos, mostró lo que realmente somos y de lo que somos capaces de hacer sin distingos de ninguna clase.

Y también con el recuerdo y la esperanza de los colombianos que están en la banca, nuestros COLOMBIANOS SECUESTRADOS, que también se les permita jugar en este decisivo partido de lograr la paz para nuestra bella, valiosa y solidaria Colombia. ¡Bienvenida la Paz!

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