El ’abuelo’ del Atletismo colombiano de paso por Soacha
Frank Izasa es un bogotano nacido en 1930 y residente en el barrio Santa Matilde de la capital colombiana. No dejaría de ser un habitante común y corriente de no ser por su fortaleza física y su participación en eventos de renombre como las carreras de élite en Bogotá, Sogamoso y Soacha.
Con sus escasos 1.60 metros y 52 kilos de peso, Frank es un ejemplo vivo para la sociedad, no solo por su condición física sino por su actitud y simpatía a la hora de conceder una entrevista. Es alegre, jocoso, espontáneo y muy conversador, especialmente cuando se refiere a anécdotas que ha vivido en su trasegar deportivo.
Pero antes de convertirse en el hombre más veloz y resistente del atletismo en Colombia-en su categoría-Frank pasó por el fútbol, el toreo y el levantamiento de pesas:
“Llevo 40 años corriendo pero antes me dediqué al levantamiento de pesas y al fútbol estudiantil. Con el Colegio Mayor de San Bartolomé fuimos campeones varias veces en olimpiadas e intercolegiados. Luego, hacia los 30 años, me dediqué a las pesas, inspirado en Tarzán y Charles Atlas, un Mr. Universo de E.U. Fui entrando en el área de la halterofilia hasta llegar a ser sub campeón departamental y suramericano en el peso gallo con la ayuda de Julio César Alfonso (q.e.p.d.)”, dijo el abuelo del atletismo.
Frank alcanzó a levantar 82.5 kilos pero después de los 40 años cambió de actividad deportiva para evitar lesiones en la columna, propias del levantamiento de pesas.
A sus 81 años ha participado en diferentes carreras a nivel municipal, departamental y nacional, y con orgullo cuenta que en la Carrera Atlética de Soacha participa desde sus inicios.
Es disciplinado y constante porque aún aspira a correr internacionalmente para representar con orgullo a su patria. “Por mi edad, yo entreno tres veces por seman. Un día hago diez kilómetros en plano, otro en terrero quebrado para prepararme a los Cross nacionales y otro día hago pista: en ésta última soy campeón nacional en la categoría máster 80-84 años”.
Cuenta que su fortaleza física obedece a su origen campesino, a pesar de haber nacido en Bogotá, a la comida y al entrenamiento que hacía desde muy joven en la finca donde se crio.
Su fiel patrocinador es su misma familia y a pesar de los años, dice sentirse bien y preparado para continuar recorriendo las calles y las pistas de Colombia.
“Mi familia me patrocina, me ayuda en cualquier gasto, hay solvencia a Dios gracias y me siento respaldado por ellos. Claro que antiguamente me ayudó mucho la Casa Olímpica, las mismas Federaciones, Ligas y Juntas de Deportes, porque ahora soy Monitor de Coldeportes de la escuela Nacional del Deporte, a quien saludo desde aquí”, explicó Frank quien finalizó afirmando que “…pienso seguir corriendo hasta que Dios quiera, me siento todavía en magníficas condiciones, Dios es el único que puede disponer, por lo pronto seguiré luchando, partiéndome el pecho en toda Colombia y por qué no, a nivel internacional”.
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