El oscuro panorama político que le espera a Soacha

Buena parte de Soacha esperaba que con el nombre del candidato de Cambio Radical a la Alcaldía de Soacha se despejaría el panorama político del municipio, pero la verdad es que el triunfo de Giovanni Ramírez cambia las cuentas de más de uno y el ajedrez se puede enredar aún más.


Lo que algunos ven y les preocupa es que a cinco meses de las elecciones no hay un candidato que genere la confianza necesaria entre los ciudadanos y muchos siguen esperando que salte al ruedo alguien que tome el liderazgo que Soacha necesita.

Por ejemplo, una vez se conoció el resultado de Cambio Radical, empezó a circular en redes sociales un mensaje alusivo a Juan Carlos Saldarriaga, quien si bien es cierto aceptó un alto cargo en la Contraloría General, no estaría impedido para lanzarse y aspirar a la Alcaldía de Soacha, incluso se dice que esta semana se reunió con 9 concejales para empezar a preparar el camino hacia una eventual candidatura.

Ahora. Lo que sí se evidencia es un afán de poder para controlar la Alcaldía de Soacha y no es secreto decir que buena parte de funcionarios y contratistas son cuotas de Betty Zorro y Juan Carlos Nemocòn, por eso su deseo de poner un candidato fuerte que sea capaz de conseguir el triunfo en las urnas el próximo mes de octubre, y que además les mantenga las cuotas políticas dentro de la administración.

El problema y lo que hace daño es tratar de conseguir el triunfo a costa de lo que sea. Dentro de los ejercicios democráticos se vale la sana competencia y el trabajo intenso, pero nunca el juego sucio, que a propósito ya comenzó a evidenciarse.
Recientemente salieron unos panfletos amenazando a un sector de la población y esta semana se dio a conocer otro que promete atentar contra varios líderes y residentes del municipio, un juego vil y sucio que hace recordar las oscuras épocas de los años 90.

Otro retazo que le sale a este oscuro panorama es la posición errónea y equívoca de algunos personajes que se creen dioses y lanzan cuanto improperio existe en contra de la clase política tradicional. Es cierto que sería bueno cambiar de rumbo y apostarle a que en octubre gane un candidato que represente a la gran mayoría, eso no da derecho a que unos poquitos se crean con la verdad absoluta y puedan denigrar y hablar mal de quien ellos consideren.

Pero volviendo al tema de candidaturas, especialmente a alcaldía, en este momento hay alrededor de 24 precandidatos con tendencia a aumentar, lo que significa que es un cargo apetecido y nada despreciable que muchos anhelan; claro, hay que entender que el poder es tentador y a pesar de lo difícil que resulta gobernar a Soacha, no se puede esconder que el juego de cuotas y contratos es llamativo.

Lo cierto es que a cinco meses de las elecciones el panorama político de Soacha no es claro porque hasta ahora no se conoce un candidato que tenga la fuerza y la aceptación suficiente entre los ciudadanos. Con el respeto de todos, cada uno representa una porción del ponqué pero-a diferencia de años anteriores-en este momento ninguno de los 24 cuenta con la credibilidad, respaldo y prestigio como para que los ciudadanos piensen que puede ser el reemplazo del profe Eleázar.

Así las cosas, quizá el próximo alcalde aún no esté en este juego de poderes y de un momento a otro salte al ruedo y esclarezca el oscuro panorama político que vive Soacha.

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