Funsamor, semillero de amor para adultos mayores
Danza, juegos y proyectos productivos son impulsados por esta fundación, la cual solicita alguna clase de apoyo para que los cerca de setenta adultos mayores que cobija puedan disfrutar de sus actividades de una manera más tranquila.
Desde el 2008, la profesora Martha Torres tuvo la idea de convocar a los adultos mayores de la comuna tres para que se integraran en las actividades recreativas, deportivas, artísticas y de emprendimiento que por medio de Funsamor, una fundación sin ánimo de lucro, ofrece a este tipo de población para demostrarles que la edad en una persona no es impedimento para preservar el espíritu de superación y aprendizaje.
Fue así como Manuel Parra, un habitante del barrio León XIII, por medio de un curso ofrecido por la administración municipal, comenzó a aprender todo lo relacionado sobre el mantenimiento de huertas caseras, hasta que en su propio domicilio, logró montar la suya y así obtener un sustento que le permitiera alivianar los gastos de su hogar por medio de la producción de hortalizas y plantas que él mismo cultiva y riega de manera dedicada todos los días. Este saber lo ha transmitido y compartido con los adultos que participan de las actividades de la Fundación.
Tomate cherry, lechuga, acelga, zanahoria, fríjol y pepinos son algunas de las plantaciones que se manejan en la huerta de este hombre, quien también participa en las demás actividades que Funsamor promueve para los cerca de 65 adultos mayores que asisten juiciosamente los días sábados y a veces entre semana al Coliseo o al Polideportivo del león XIII.
“Utilizo las botellas plásticas para sembrar estos productos, pero una vez noté que al sembrar en las botellas verdes, la planta crecía con más fuerza, entonces lo que hago ahora es colocarle algún plástico verde a las botellas transparentes que tengo y de esta manera me sale una pequeña cosecha más rápido”, explicó Manuel, quien además de las botellas, tuvo el ingenio de utilizar las llantas que encuentra en las calles como materas para depositar la tierra y las semillas de cada planta que tiene en su humilde huerta, de manera que les otorga un segundo uso, siendo esta una forma de reciclaje.
Referente a la Fundación, hay que decir que comenzó gracias a un programa que se implementó en todo el departamento de Cundinamarca y se llamó Semillas de Amor, en el cual, según comenta la profesora Martha, una ingeniera de nombre Catalina fue la persona que les colaboró en un principio con la supervisión y la puesta en marcha del proyecto hasta que se constituyó legalmente la Fundación Semillero de Amor Funsamor, nombre con el cual se le conoce hoy en día.
Lo que queremos es que la mayoría de abuelitos se ocupen, que aparte de dedicarle tiempo a los oficios de la casa, le dediquen tiempo a sus gustos porque muchas veces ver televisión, comer, dormir es lo único que tienen para hacer. Es por eso que tratamos de que ellos realicen manualidades, también que se entretengan con juegos de tejo y rana, además de danzas. También las universidades envían estudiantes, psicólogos o trabajadoras sociales, que nos colaboran también en la parte de los duelos, que es muy importante para ellos y para nosotros”, apuntó la profesora Martha.
Por último, expresó que la única manera de financiamiento que tiene la fundación es por medio de rifas, pero que esto no es suficiente porque lo que se quiere es adquirir alguna sede propia en donde los adultos mayores se puedan reunir sin que les cobren algún tipo de arriendo, teniendo en cuenta que estas rifas que se realizan alcanzan apenas para los refrigerios que se les entregan a las personas que se encuentran inscritas.
“Estamos esperando ya casi tres años a que hagan el Centro Vida, porque en este momento conseguimos apenas para el refrigerio, y eso que haciendo de tripas corazón, porque en algunos casos son los mismo familiares los que les dan a los abuelitos para su refrigerio. La otra opción que se nos ha ofrecido ha sido a través de políticos, pero la verdad es que siempre prometen una cosa y la otra, pero después de que suben, ahí si se olvidan de uno”.
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