Julio inicia con un cambio en la hora mundial

Para corregir la llamada «pereza de la tierra», a final del mes de junio, los relojes oficiales del mundo tuvieron que atrasarse.


El cambio no fue abrumador, sólo un segundo se tuvo que hacer de corrección en el meridiano de Greenwich, por disposición del International Rotation System Service (IERS), organismo encargado de monitorear la velocidad de rotación del planeta.

Las autoridades en el tema advirtieron que es necesario este ajuste porque la Tierra está rotando cada vez más despacio y cada año hay un retraso de 0,4 segundos (el día tiene una duración normal de 86.400 segundos), y este fenómeno podría representar importantes cambios a largo plazo.

Según esto, en unos 5.000 años, un día normal no tendrá una duración de 24 horas sino de 48, cuestión que llevó a los científicos y técnicos a unificar su medición del tiempo para obtener valores de alta exactitud y precisión.

“Aunque esto para nosotros pueda parecer sin importancia, no lo es para otras culturas. Entre muchas implicaciones, esto es fundamental para determinar la estabilidad del movimiento de rotación, que es requisito esencial para que se dé vida en la Tierra”, asegura Jaime Villalobos, profesor asociado del Laboratorio de Física Geoespacial y Metrología de la UN. Y agrega que el tiempo se define con una serie de relojes atómicos en la Tierra y en varias constelaciones de satélites, lo que involucra algunos algoritmos y procedimientos complicados.

Igualmente, la medida permitirá corregir el atraso acumulado durante los últimos tres años y se hará simultáneamente en todos los laboratorios de metrología del tiempo del mundo. En Colombia, el responsable de esta corrección fue el Instituto Nacional de Metrología (INM), y se llevó a cabo en el Laboratorio de Tiempo y Frecuencia dirigido por el físico y doctor Gustavo Chaparro Orozco.

La importancia del tiempo

Según Villalobos, el monitoreo del tiempo también es esencial en otros campos, como las telecomunicaciones, los medios de comunicación y el transporte aeronáutico, en donde un error de cálculo de un milisegundo puede ser dramático.

“En el campo del transporte aeronáutico es particularmente especial, porque, dado que la velocidad de la luz es de 300.000 km/s, un error de un solo milisegundo en los relojes implicaría 300 km de error en los reportes de posición de los receptores GPS. Esto sería catastrófico”, afirma.

El cambio de hora se efectuó el pasado 30 de junio, a las 18 horas, 59 minutos y 59 segundos, cuando los cerca de 300 relojes atómicos del mundo incorporaron un “segundo intercalar” en sus servidores, como ya se hizo el 31 de diciembre de 2008.

Finalmente, el reloj atómico de cesio, rubidio y cuarzo del Instituto Nacional de Metrología, define la hora legal en Colombia, y la emisora de la UN recibe la señal del tiempo directamente para transmitirla en sus emisiones diarias.

Fuente: Unimedios

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