La CAR suspendió cultivo de rosas en Cundinamarca

En lo profundo del páramo, donde el agua nace y la vegetación lucha por sobrevivir, una denuncia anónima destapó una actividad que no debería estar allí.

Entre la neblina fría y la vegetación nativa del páramo de Guargua y Laguna Verde, en Zipaquirá, lo que debería ser un refugio de vida silvestre se convirtió en escenario de una actividad inesperada: la instalación de un cultivo de rosas en un área protegida.

Lo que parecía un rincón intacto de ecosistema, en realidad escondía huellas de intervención humana que hoy ponen en riesgo sus recursos más valiosos.

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La alerta llegó de manera anónima. Una denuncia permitió que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) desplegara su equipo técnico de la Dirección Regional Sabana Centro para verificar lo que allí ocurría.

El hallazgo confirmó las sospechas, no se trataba de un cultivo cualquiera, sino de una actividad con graves afectaciones ambientales en una zona de especial protección.

La inspección reveló una serie de impactos acumulados:

  • La construcción de un invernadero.
  • La disposición irregular de residuos de construcción y demolición sobre 820 metros cuadrados.
  • La quema de desechos sólidos.
  • La conformación de reservorios.
  • Captaciones ilegales de agua.
  • Acumulación de material de excavación que ya estaba deteriorando la vegetación nativa.

Al llegar al lugar, el hallazgo fue preocupante; se trata de varios recursos afectados por la actividad. Encontramos el relleno de un área aproximada de 820 metros cuadrados con residuos de construcción y demolición, quemas de residuos sólidos, puntos de captación ilegales, reservorios de agua sin permisos, material de excavación producto de la conformación de los reservorios, que afectan la vegetación nativa, y todo esto en un área protegida de páramo”, explicó Bryan Martínez González, director de la Regional CAR Sabana Centro.

Con base en la verificación, la entidad impuso una medida preventiva de suspensión inmediata de las actividades del cultivo. La CAR advirtió que, si el presunto infractor no cumple con esta orden, se configurará un agravante que dará lugar a sanciones más severas dentro del proceso administrativo.

La Corporación reiteró su compromiso con la defensa de los ecosistemas estratégicos, particularmente páramos y reservas forestales, reforzando acciones de control y restauración que permitan reducir los impactos negativos de estas intervenciones.

En ese sentido, insistió en que la colaboración de la ciudadanía es esencial para identificar a tiempo las amenazas contra la biodiversidad. Solo con el reporte oportuno de irregularidades será posible proteger estos territorios frágiles que abastecen de agua y servicios ambientales a toda la región.

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La invitación de la CAR es clara: “sea parte de la solución”. Si se observa alguna actividad sospechosa o potencialmente dañina para los ecosistemas, se debe denunciar a través de los canales oficiales: el portal web www.car.gov.co (sección PQRS), el correo electrónico sau@car.gov.co, o de manera presencial en cualquiera de las 14 direcciones regionales de la entidad.

Foto: CAR

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