La doble tragedia de la familia Segura luego del accidente en el Salto del Tequendama

No bastó el dolor que causó la muerte de Gerardo Segura, el exconcejal de San Antonio que cayó en su vehículo al Salto del Tequendama. Ahora su familia también enfrenta una segunda tragedia.

Gerardo Segura Franco era un hombre que cumplía 48 años el pasado jueves, pero que un día antes el destino lo condujo a la muerte en el parador Don Pacho, a escasos metros del Salto del Tequendama, en Soacha.

Gerardo Segura pertenecía a una familia de seis hermanos, era casado, tenía dos hijos, una joven de 18 y un adolescente de 15, alrededor de los cuales giraba su vida. Exconcejal del municipio de San Antonio del Tequendama, amante del ecoturismo y comerciante, teniendo en cuenta que era el propietario del restaurante Granja Ecoaventura; además tenía una finca en Santandercito, que proyectaba como un sitio de descanso, rodeado de naturaleza.  

Pero todos los sueños de Gerardo y de su familia se vieron truncados con lo sucedido en las primeras horas del pasado miércoles 21 de septiembre.

Ese día (algunos dicen que a las 12:30, otros que a la 1:30 a.m.), Gerardo viajaba en su vehículo Aveo rojo, y por circunstancias aún desconocidas, se fue a un abismo en el Mirador Don Pacho, a pocos metros del Salto del Tequendama. Y justo aquí inició la segunda tragedia para sus familiares y amigos.

A raíz del accidente, comenzó una serie de especulaciones que han manchado el nombre de la familia Segura y que hoy recaen sobre su esposa, sus hijos, sus hermanos y todos sus allegados.

Inicialmente se dijo que fue un suicidio, que Gerardo decidió lanzarse al abismo porque sufría problemas de depresión, hecho que ha sido negado reiteradamente por su familia, teniendo en cuenta que la víctima era un emprendedor, amante de sus hijos, el ecoturismo y con grandes proyectos en su finca.

Néstor Segura es hermano de Gerardo, y dice que ha recibido cualquier cantidad de señalamientos y ataques en redes sociales, incluso en San Antonio rondan comentarios que la víctima era un suicida con delicados problemas de depresión.

Un segundo hecho de especulación es que Gerardo viajaba con una empleada del restaurante o con una amante, tema que no ha sido fácil de manejar porque los comentarios han destruido a la familia. Pero este hecho fue descartado, tanto por las autoridades como por testigos que a esa hora vieron al hombre en el vehículo. (Un operario de los trabajos que se adelantan en la vía aseguró que el conductor viajaba solo).

Y es que mientras la familia de Gerardo Segura lucha contra la segunda tragedia, la de los chismes y especulaciones, las investigaciones continúan para determinar qué fue lo que realmente pasó esa madrugada del miércoles. ¿Se quedó dormido?, ¿una falla mecánica? Eso lo determinarán las autoridades con el tiempo, pero mientras tanto, Néstor, su hermano, así como sus hijos, su esposa y toda su familia, esperan que se limpie el buen nombre del exconcejal y de quien soñaba convertir su finca en Santandercito, en un espacio ecoturístico para el disfrute de todos.  

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