La gran obra que construyen entre Bogotá y Cundinamarca: no es un centro comercial ni un estadio

A simple vista parece una obra comercial en medio de varios conjuntos residenciales, pero su verdadera función tendrá reconocimiento nacional e internacional.

En el trayecto por la calle 13, al acercarse a Mosquera, se ve una estructura que resulta imposible pasar por alto. Desde carros y motocicletas circulan todo tipo de conjeturas: algunos creen que será un gran centro comercial a punto de abrir; otros suponen que se trata de un complejo de servicios o de un edificio con un diseño futurista. Incluso hay quienes, intrigados por su forma, lo comparan con un ovni detenido a un costado de la vía.

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Pero lo cierto es que esta edificación, que destaca por su escala y por lo visible que resulta desde distintos puntos de la carretera que comunica con La Mesa y Girardot, no responde a ninguna de esas interpretaciones improvisadas.

La obra tiene un propósito muy distinto y se encuentra ligada directamente a un proyecto estratégico del Gobierno Nacional.

Allí, en pleno sector de Ciudadela Terranova, el Ministerio del Deporte adelanta la construcción de un velódromo de altura, una infraestructura pensada para convertirse en uno de los escenarios más relevantes para el ciclismo colombiano en los próximos años.

Se trata de una megaobra con una extensión total de 15.522 metros cuadrados, diseñada para responder a los más rigurosos estándares internacionales.

El corazón del complejo será su pista de madera, un óvalo de 250 metros de longitud por ocho metros de ancho que cumplirá plenamente con las exigencias técnicas de la Unión Ciclista Internacional (UCI). Ese cumplimiento permitirá que el lugar reciba competencias de primer nivel y eventos de gran formato.

A su alrededor estarán distribuidas todas las áreas necesarias para el funcionamiento del escenario: camerinos, espacios de hidromasaje, consultorios médicos, enfermería, boxes, una sala destinada a jueces, zonas para la prensa, cabinas para medios de comunicación y un puesto de mando unificado encargado de la coordinación operativa.

El proyecto también incorpora componentes para el público. El Ministerio del Deporte detalla que el velódromo tendrá capacidad para más de 1.500 espectadores, además de zonas de taquillas, locales comerciales, parqueaderos y espacios urbanísticos diseñados para mejorar la circulación y estancia de los visitantes.

La apuesta es que el escenario se convierta en un punto de encuentro para aficionados y deportistas de todos los niveles, así como en un referente continental para la práctica del ciclismo de pista.

En términos económicos, la obra ya deja impactos significativos. Durante su construcción ha generado 2.186 empleos directos, dinamizando la actividad laboral en el municipio y sus alrededores. La inversión total asciende a 98.471 millones de pesos, de los cuales 60.000 millones han sido aportados por el Ministerio del Deporte.

La cifra restante corresponde a los recursos destinados por la Gobernación de Cundinamarca y la administración municipal.

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Si todo avanza dentro del cronograma establecido, esta monumental estructura, que hoy despierta preguntas entre quienes viajan por la zona, será entregada el próximo año. Su puesta en funcionamiento marcará un hito para el deporte nacional y consolidará a Mosquera como uno de los nuevos centros neurálgicos del ciclismo en Colombia.

Foto: Ministerio de Deportes y Freepik

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