Las cuentas económicas según Carrasquilla

El Gobierno logró cerrar financieramente 2019 sin necesidad de enajenar activos, esto gracias a ingresos no previstos y a un buen comportamiento en el recaudo. ¿Correrá con la misma suerte en 2020?

Muchos analistas económicos han dicho que el recaudo que dejará la Ley de Crecimiento no alcanzará para que el Gobierno cumpla todas sus obligaciones. Pero desde el Ministerio de Hacienda aseguran que todos los frentes están cubiertos en 2020.

Cabe recordar que en 2019 el Gobierno logró cumplir la regla fiscal de terminar con un déficit de 2,4%. Lo hizo sin necesidad de acudir al margen del 0,3% adicional aprobado por cuenta de la migración venezolana y sin vender activos.

Lo logró por tres factores. El primero tiene que ver con el buen comportamiento del recaudo, pues la Dian logró recoger $148 billones, cifra 10% superior a la del año anterior. El segundo, que el Gobierno contó con la suerte de disponer de $7,2 billones en utilidades del Banco de la República. Una situación atípica si se tiene en cuenta que esperaba solo $3,5 billones.

El tercer factor que contribuyó fue la repartición extraordinaria de dividendos de Ecopetrol, aprobada por la junta de accionistas por solicitud del Ministerio de Hacienda. Esto le permitió al Gobierno acceder a $3,2 billones adicionales.

Dichas operaciones no se escaparon de la polémica. Varios sectores criticaron la forma mediante la cual el Gobierno cumplió con la meta. Consideraron inadecuado que utilizara estos ingresos.

En diálogo con Dinero, el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, explicó que el Gobierno no acudió a “piruetas”, sino que simplemente aprovechó las condiciones macroeconómicas favorables.

El viceministro defendió las movidas del Gobierno y explicó que no tenía sentido mantener la reserva excepcional de Ecopetrol, pues los números y el comportamiento de la petrolera son sólidos. “Si el Banco de la República nos da mejores ingresos ¿por qué no recibirlos? (…) Nosotros teníamos dentro del plan financiero $6 billones de enajenaciones que no tuvieron que hacerse gracias a estos ingresos adicionales”, agregó Londoño.

El Ministerio este año aspira a lograr un recaudo bruto de $158 billones, que representan $10 billones adicionales, es decir, 8% más que en 2019. Un porcentaje menos agresivo que el del año anterior.

El Gobierno está convencido de que esos $158 billones de recaudo esperado alcanzan para financiar la totalidad del presupuesto y para disminuir el déficit fiscal a 2,2%.

No obstante, la Ley de Crecimiento, aprobada a finales de 2019, incluyó varias iniciativas como la devolución del IVA a las familias más vulnerables y la reducción de los aportes a salud de los pensionados que ganan menos de dos salarios mínimos, que sin duda representan un costo fiscal importante.

Según la cartera de Hacienda, el Gobierno cubrirá estos gastos adicionales, que no tuvo en cuenta en el presupuesto general de 2020, gracias a la extensión de la normalización, a la sobretasa al sector financiero y a la puesta en marcha de la factura electrónica, que enfrentará los altos niveles de evasión.“Con la factura electrónica la Dian no tiene que poner más impuestos. A eso estamos jugando”, afirmó Londoño.

Así mismo, el Gobierno insiste en que el alivio de impuestos a las empresas, incluido en la reforma tributaria, apalancará el crecimiento económico. Eso se verá traducido automáticamente en un aumento exponencial del recaudo. “Es una apuesta que en 2019 funcionó, pues se logró un mayor recaudo y crecimiento de la economía y esperamos que siga funcionando en 2020”, agregó.

En otra de las medidas, el Ejecutivo piensa poner en marcha un plan de optimización en todo el sector estatal para reducir el gasto público. El Grupo Bicentenario –la holding financiera estatal–, es uno de los ejemplos de esta iniciativa. Con ella el Gobierno busca prestar servicios integrados, optimizar las compras, eliminar la duplicidad de funciones y reducir los costos operacionales, entre otras apuestas.

En el Ministerio aclaran que estos planes no incluyen privatizaciones o recortes en la planta de personal, sino que por el contrario buscarán vincular a los trabajadores que tienen contratos temporales. “El Grupo Bicentenario puede llegar a ser la mayor reforma al Estado que hayamos visto en muchos años sin que implique privatización ni disminución de la planta personal. No habrá masacre laboral”, aseguró Londoño.

Fuente: dinero.com

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