Logros y Retos de las Organizaciones Ciudadanas

A pesar de ser una generación que ha sido catalogada por tener cierta apatía a los escenarios de la política, lo social, la economía, etc, he sido interesada solamente en la música, el acceso a internet, la moda, las fiestas y demás.


Hoy puedo decir desde mi posición de mujer joven, suachuna, con veintiún años de edad y participe en la Plataforma Juvenil del Municipio de Suacha, la cual personalmente considero como un movimiento social, que existen espacios como ciudadanos jóvenes interesados por “Cambiar el mundo”, día tras día a partir de este espacio de articulación, como se hace mencionar, nos pensamos una Suacha, un Departamento y una Nación diferentes a lo que hoy vivimos.

Nuestras exigencias son claras y se traducen en la necesidad de tener un territorio digno para vivir y así acabar con el flagelo de la discriminación, la marginalidad y la exclusión social. Sin importar nuestra condición económica o clase; como movimiento social creamos escenarios para nuevas realidades y pronunciarnos ante aquello que nos indigna.

Ejemplo de ello, son algunas actividades que adelantamos como el Preuniversitarios y el Pre Icfes gratuito, en el cual participan 60 jóvenes del municipio, quienes se preparan académicamente todos los sábados y domingos en el Salón Comunal El Dorado para acceder a las Universidades públicas del Distrito Capital y del Departamento, mientras los más pequeños buscan obtener buenos resultados en su ICFES para así acceder a becas o mejores oportunidades académicas.

Mientras algunos dan clase y se preparan académicamente, otros buscamos recuperar el significado de las Juntas de Acción Comunal, haciendo un llamado a los actuales presidentes de juntas como a los próximos dignatarios, que es esta institución del nivel micro de la sociedad uno de los primeros espacios para empezar a transformar y construir barrios en pro de la calidad de vida y la dignificación de sus habitantes.

A pesar de que hablo desde mi experiencia en la Plataforma Juvenil de Suacha; creo firmemente que la organización juvenil y ciudadana en el municipio es sólida con ideales y objetivos claros. Y para ello solo falta ver a grupos como HORDA, ENSBY CREW, ARTE Y CULTURA DE CAZUCA, entre muchas otras que buscan aumentar las opciones de la población joven no solo en el plano artístico sino también laboral, social.

Así mismo debo reconocer a las diferentes organizaciones de la sociedad civil como es el Centro Balcanes ubicado en la comuna 4 a cargo de una mujer y un grupo de universitarios que buscan mejorar el estado nutricional de niños y niñas de escasos recursos. En Altos de la Florida, un grupo de hombres y mujeres luchan diariamente por la reubicación y legalización de cerca 5000 hogares. En el Humedal del Neuta, hace pocas semanas la comunidad de quintas de la Laguna, a cargo del joven Camilo Muesca inaugura la primera Escuela Ambiental. Lo cual demuestra que la organización ciudadana es activa y emprendedora, y a pesar de no contar con el apoyo económico del Estado y en ocasiones sufrir su rechazo, sigue generando manifestaciones para modificar aquellos escenarios que la perturban.

Sin embargo como toda historia de los movimientos sociales en nuestro país, las organizaciones ciudadanas urbanas como en su momento los movimientos campesinos, los palenques de la población afro descendiente, las organizaciones indígenas, los sindicatos, etc. Se enfrenta a ser cooptadas por el Estado y a verse fragmentadas por los intereses particulares. Donde el interés por el bien público se ve usufructuado por la ambición de unos pocos y el privilegio de los personalismos como de las figuras políticas y sociales.

Hoy, después de 200 años de lucha como de resistencia por parte de los movimientos sociales, aún nos enfrentamos a las mismas dificultades, y en el escenario de una democracia participativa irónicamente seguimos siendo para los “gobiernos de turno” una amenaza política, pero también un medio para reclutar líderes y figuras sociales. Con ello me refiero a que no debemos asombrarnos cuando vemos dentro de la administración pública a personajes que acompañaron una “lucha social” y que de un momento a otro representan otros ideales.

Por ende hoy hago un llamado a la ciudadanía para que se organicen en pequeños colectivos, organizaciones, asociaciones, etc. Y coloquen en el escenario público sus demandas y necesidades, que hagan uso de las herramientas otorgadas en la Constitución política de 1991 resumidas en el derecho de petición, la tutela, la libre movilización, el plebiscito, el referendo, etc. Y cuestionen toda decisión o no decisión que tome el Estado, que seamos grupos y colectivos que busquemos el bien común y empecemos a solucionar los pequeños problemas que nos aquejan, que no tengamos figuras o lideres para evitar la cooptación del “gobierno”, sino por el contrario sentir que todos tenemos el Poder y la Capacidad de cambiar nuestra realidad.

Y sobre todo, no olvidar que existen 2 escenarios diferentes en la política: uno es la negociación en donde las instituciones públicas llegan a acuerdos como consensos con la comunidad con el fin de dar una solución general e integral, y otro es la cooptación o la fragmentación en el cual nuestros líderes como participes de las organizaciones son llamados a “escondidas” “en secreto” de la comunidad para favorecer o hacer parte de proyectos o programas del Estado. Siendo este último, en mi opinión el que no podemos seguir reproduciendo, pues mantendremos a nuestras comunidades como vehículo para el logro de intereses personales.

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