¿Miedo o razón? ¿Qué llevó al Concejo a retirar el proyecto que pretendía suspender la venta de vivienda en Soacha?
Tres veces se ha presentado al Concejo de Soacha el proyecto que busca suspender la venta de vivienda nueva en el municipio, las mismas que ha sido devuelto y que ahora dejan en entredicho al cabildo porque ya nadie cree que algún día los integrantes de la Corporación se atrevan a pelear con Camacol, con la Procuraduría y con el mismo Gobierno nacional.
¿Miedo?, ¿conveniencia?, ¿razón? Pues lo que argumentan los cabildantes es que en ninguna ocasión el proyecto se ha sustentado debidamente y que siempre presenta vacíos que los llevaría a posibles investigaciones.
En este caso, los concejales Martín Peñuela y Soraya Escobar presentaron una nueva iniciativa al Concejo con el fin de suspender los permisos de venta a las constructoras, mientras estas no cumplan a cabalidad con la instalación de todos los servicios públicos y equipamientos de ley.
El proyecto de acuerdo No. 6 “por medio del cual se adoptan unas medidas preventivas con relación a las licencias de urbanismo y licencias de construcción para proyectos de viviendas multifamiliares en el municipio de Soacha…”, fue aprobado en comisión el pasado viernes 24 de abril, pero al presentarlo a plenaria fue modificado y lo que los ponentes pretendieron fue darle herramientas a la Secretaría de Planeación para que les de 30 días a las constructoras con el fin de que estas cumplan, de lo contrario, las licencias de construcción serían suspendidas y los permisos de ocupación negados.
Sin embargo, en sesión plenaria la mayor parte de los concejales alegó que el proyecto aprobado en comisión había sido cambiado y que nunca se socializó con todos los cabildantes para que hubieran tenido el tiempo de leerlo para una eventual aprobación. Así mismo le reclamaron a la administración municipal acompañamiento y respaldo, porque el día decisivo para la aprobación, el secretario de planeación nunca apareció.
Así las cosas. los concejales se sintieron solos y manifestaron que lo más conveniente era devolverlo para estudiarlo a fondo y volverlo a presentar en las sesiones que comienzan el primero de junio.
Los concejales Liliana Rodríguez, Nelly Cubillos, Dagoberto Durán, Héctor Cuesta, Juan Carlos Arias, Wilson Tique, Arcadio Carvajal, Wilson Rodríguez y Jaime Sepúlveda se mostraron partidarios de devolver el proyecto, argumentando que era necesario estudiar los cambios hechos por los ponentes. Por su parte los cabildantes Giovanni Ramírez y Diógenes Escalante pidieron un receso en la sesión para evaluar muy bien lo que se iba a discutir, y los autores del proyecto, Martín Peñuela y Soraya Escobar, al igual que Néstor Rozo, Carlos Ospina y Alonso Rodríguez, respaldaron la iniciativa y manifestaron su voto positivo.
El receso fue aprobado pero al regreso sólo aparecieron diez concejales, justo los necesarios para aprobar la devolución del proyecto, como efectivamente pasó.
¿Cuál es el análisis? Algunos sostuvieron que los concejales se llenaron de miedo debido a lo sucedido el año pasado cuando la Procuraduría y Camacol les advirtió que si aprobaban el proyecto sería una extralimitación de funciones y que se les vendría una serie de demandas. Pero otros consideran que no es función del concejo suspender las licencias de construcción y que de haber aprobado el proyecto, los cabildantes se hubieran expuesto a posibles sanciones.
El coautor y ponente del proyecto, Martín Peñuela, dijo que entendía el temor de algunos compañeros por las presuntas irregularidades que se podían estar cometiendo debido a una posible extralimitación de funciones, pero explicó que justo por eso fue que se cambió el título del proyecto, se borró la palabra suspender y se incluyó la entrega de facultades a planeación para que sea esta secretaría la que entre a dar un plazo de 30 días para que las constructoras cumplan con la instalación de todos los servicios públicos y equipamientos de ley, de lo contrario proceda a suspender las licencias de construcción y a negar los permisos de ocupación.
Peñuela aseguró sentirse frustrado por la falta de respaldo de sus compañeros, teniendo en cuenta que es la tercera vez que “se da la pela” para que se le ponga freno a la construcción desaforada en el municipio.
“Con el ambiente mostrado el proyecto se iba a hundir, entonces decidí devolverlo a la mesa para que me lo devuelva posteriormente, porque fui quien lo presentó junto con la concejal Soraya, y el primero de junio volveré a presentarlo solicitando acompañamiento de la Procuraduría, porque en ese orden de ideas quien tiene que hacer el control es planeación. Nosotros no podemos derogar un acto administrativo pero sí exigirle a la administración municipal que cumpla con lo requerido en el acuerdo 13 de 2003, que se estaba modificando en este acuerdo, que es vigilar y controlar los permisos de venta y las licencias de construcción otorgadas”, añadió.
Los concejales que recomendaron devolver el proyecto preguntaron en repetidas ocasiones para qué facultades a la Secretaría de Planeación si ya las tenía desde el acuerdo 13 de 2003. No obstante, el coautor dijo que las normas cambian y se actualizan, por eso era necesario complementar dichas facultades.
“El acuerdo de 2003 dice que es Apoyo a la Justicia la que debe suspender las licencias, en este acuerdo tendría que hacerlo directamente Planeación. Es decirle que en 30 días tome las acciones administrativas en contra de las urbanizaciones que no estén conectadas a los Servicios Públicos”.
Peñuela aceptó que los concejales tienen razón al manifestar que el proyecto aprobado en comisión cambió, pero recordó que la plenaria es la máxima autoridad en este caso, y que lo que dice la ley es que no se pierda la esencia, es decir que se mantenga la unidad de materia.
Finalmente reiteró que lo volverá a presentar en junio y recomendó al secretario de planeación ponerle la cara a la comunidad en este tema.
“A mí me deja un tufillo, un malestar porque socializamos el proyecto con la secretaría de planeación y el día que necesitábamos aprobarlo no llegó nadie, entonces algo que lo deja a uno con una inconformidad grande, no solo mía, sino de todos los concejales. Además el funcionario no asiste a las citaciones que hace el cabildo”, finalizó.
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