Policías asesinados entre Bosa y Soacha habrían caido en una trampa

Aunque la investigación continúa, las versiones coinciden en que se trató de una trampa. Los policías asesinados entre Bosa y Soacha entraron a una ferretería donde estaban escondidos los delincuentes y allí les dispararon.

La policía maneja varias hipótesis, pero la que más se aproxima a la realidad es que los uniformados recibieron información sobre la presencia de supuestos ladrones en moto, y en medio de la persecución les dijeron que habían ingresado a una ferretería ubicada en el sector de Olivos, en Soacha.

Los uniformados ingresaron al depósito de materiales Buenavista y al parecer los asesinos se habían escondido en este negocio. Desde sus trincheras les dispararon varias veces a quemarropa,  y aunque los policías fueron trasladados a un hospital, por el camino fallecieron.

Los uniformados asesinados en la tarde del pasado domingo son el subintendente José Alirio Sánchez Ojeda, de 35 años, y el patrullero Gustavo David Bohórquez Canchila, de 22. Ambos pertenecían al CAI de Bosa Laureles.

Los residentes de la zona donde trabajaban los uniformados organizaron una velatón y rechazaron el vil asesinato de los policías.

Igualmente, el mismo domingo la Policía Metropolitana de Bogotá ofreció una recompensa de 200 millones de pesos para quien suministre información de los asesinos de los uniformados, ultimados a tiros en el depósito de materiales.  

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