Por un ascenso espiritual

Quedó al final al descubierto la gran industria del fin del mundo y la danza de los millones que muchos avivatos organizaron para aprovecharse de los temores y de los miedos ancestrales de los terrícolas.Las profecías mayas sobre el desenlace final que se presentaría el pasado 21 de diciembre-como muchos lo suponíamos- ,simplemente sirvieron como caldo de cultivo de las mas ingeniosas y aterradoras historietas.La desconcertante cultura mesoamericana,inventora del cero, al parecer, según los especialistas, jamás pronosticaron ese desenlace, y antes por el contrario lo que anuncian después de una etapa que comenzó aproximadamente en el 3400 A. de C ,es la iniciación de un nuevo ciclo ,el 13 Baktum (!), por otros 5.200 años , caracterizado por un cambio de energía y de percepción sobre el mundo, sobre las leyes que lo rigen y sobre la propia conducta entre los humanos.


En este punto convergen con otras disciplinas y escuelas que postulan el inicio de un tiempo diferente en el que el hombre estará mas susceptible al manejo de insospechadas energías internas , a un re-encuentro consigo mismo, y en forma particular , a un nuevo diálogo con la Naturaleza y con todas las formas de vida que la habitan.

El proceso paulatino de destrucción del planeta, del «oikos» ,ha producido estragos de consecuencias nefastas, pero nadie se da por aludido,frente a la destrucción de los bosques, de la flora , de la fauna. Los organismos encargados de su defensa se consumen por el propio peso de sus burocracias paquidérmicas, y como si fuera poco, el hombre, el ciudadano, a quien corresponde en primer plano,el ejercicio permanente de una cultura de cuidado y protección de los recursos, se hace el de los oídos sordos frente a la catástrofe , que lamentablemente tiene que sobrevenir algún día de éstos.

Estamos acabando con la naturaleza «de a poco», produciendo los peores resultados, que cualquier profecía desearía.El otro tema, el del reencuentro con un nuevo hombre, dueño de sus emociones y de su insuperable fuerza creadora,en el desarrollo de sus potencialidades innovadoras para ser más , antes que para tener más,en la diaria creación de nuevos instrumentos de desarrollo espiritual,es el principal desafío del nuevo ciclo, que acaba de empezar, y a eso le apostamos.

No se necesita de grandes esfuerzos académicos ,y de poses estrambóticas. Simplemente del deseo sincero de abrevar en la fuente inagotable del ser Crístico interior, como emanaciones individuales que somos del Gran Padre Creador. A esa gran empresa invitamos, para convertirnos en hombres nuevos y diferentes, mas comprometidos con el destino del Cosmos, y con nuestro particular destino de ascender y crecer espiritualmente, día tras día. Difundir la potente luz del nuevo sol que ha nacido.

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