Préstele atención a las tarjetas de crédito

Por Guillermo Romero
Salamanca
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Cuenta la historia que en 1922, en los Estados Unidos, Western Union, que en esos momentos se dedicaba a la mensajería y a la telegrafía, les entregó a sus clientes unas pequeñas placas metálicas con las cuales podían solicitar pagos.

Años más tarde, varios supermercados, restaurantes,
gasolineras siguieron el modelo y se dedicaron a “fiar” las compras a sus
clientes.

Con la llegada de la crisis económica de 1930, el sistema se
amplió y después de la Segunda Guerra Mundial el sistema estaba en todos los
Estados Unidos y comenzaba a usarse en Europa.

Su uso se volvió
mundial

En la actualidad, uno de los productos financieros más
populares para comprar entre los consumidores es la tarjeta de crédito, pero
seguramente no todos entienden correctamente los impactos de su uso y de cómo
manejarla correctamente.

Según la Superintendencia Financiera hasta febrero de este
año en Colombia había más de 15 millones
de tarjetas de crédito
vigentes.

Uno de los más estudiosos del tema es Fabio Chavarro, gerente corporativo del Grupo Juriscop, quien hace 12 observaciones sobre el uso de este sistema de crédito.

1. Sepa que es este sistema. Una tarjeta de crédito como su nombre indica es un tipo de crédito, es decir, es una plata que las entidades financieras prestan y que el usuario debe devolver.

2. Entienda qué son los cupos. Es un préstamo permanente por lo que lo primero que hay que entender es la figura del cupo. Este cupo es el dinero que te asigna el banco según tu capacidad de endeudamiento; dependiendo tus ingresos, tus deudas y tu vida crediticia será mayor o menor. Por ejemplo: podrás tener una tarjeta de crédito con un cupo de $1.000.000 de pesos, lo que indica que tendrás ese dinero extra disponible y que al ir gastándolo se descontará de tu cupo inicial, pero que al pagar la cuota de este préstamo volverá a estar disponible para ti.

3. Averigüe las tasas de interés. Otros aspectos importantes a tener en cuenta son la tasa de interés y el número de cuotas a las que difieres las compras. La tasa es básicamente el costo del dinero a pagar al banco por las compras que hagas con ella. Y el número de cuotas es el plazo al que decides pagar lo que adquiriste. Son dos términos directamente relacionados, a más cuotas se generarán más intereses según la tasa definida por la entidad, y tu pago por un producto será mayor.

4. Sea prevenido con las cuotas.  Debes saber que, si difieres tus compras a una sola cuota, para pagarlas en una sola vez, no generarás intereses y no tendrás que pagar un dinero extra. Pero si por el contrario lo pones a varias cuotas deberás pagar el valor del producto más los intereses originados.

5. Pregunte si hay cuota de manejo. Normalmente deberás incluir en estos pagos la cuota de manejo, que no es otra cosa que un costo fijo que te cobran las entidades por mantener activa dicha tarjeta. Es importante aquí que conozcas bien la información que refleja tu extracto a la hora de realizar bien estos pagos, porque como mencionábamos anteriormente deberás tener en cuenta el pago del producto, los intereses y la cuota de manejo.

6. Esté pendiente de las fechas de corte. Las entidades financieras para estructurar estos pagos definen unas fechas de corte que agruparán tus compras desde una fecha a otra, y una fecha de pago que es el momento en el que debes pagar tu deuda de las compras realizadas hasta la fecha de corte, para evitar así generar intereses extra y entrar en mora.

7. Revise el extracto. En el extracto podrás ver que existen dos tipos de pago, por un lado, el pago mínimo que es la cuota a cancelar cada mes según los plazos a los que hayas diferido tus compras y un pago total, que es el monto total de tu deuda y que podrás pagar en cualquier momento haciendo un anticipo a la misma, ahorrándote así los intereses, pues estos se generan mes a mes.

8. Preste atención a los avances. Con la tarjeta de crédito puedes realizar, además de compras, avances, lo que significa que puedes retirar plata con ella en cualquier cajero automático como si fuera tu tarjeta de débito. Pero ten cuidado con los intereses generados por esta acción ya que suelen ser muy altos y, además, el pago se te diferirá automáticamente al máximo de cuotas permitidas por la entidad, que puede ser 24, 36, 48 cuotas, entre otras.

9. Cada banco tiene su manejo de cuotas. Es importante que averigües muy bien con tu banco a cuántas cuotas difieren las compras internacionales, las que se hacen en ciertas páginas web o en los avances, para que calcules muy bien cuál será el costo final de lo que adquieras incluyendo los intereses generados durante todo este tiempo.

10. Averigüe por los beneficios extras. No todo es gasto con las tarjetas de crédito, también tienen una serie de beneficios que en muchas ocasiones no se conocen. Muchas de ellas tienen planes de fidelización, para acumular puntos o millas y ofertas de convenios para descuentos por compras, además de asistencias y seguros.

11. Las tarjetas tienen categorías. En el mercado hay varios tipos de tarjetas de crédito, según su franquicia como Visa, Mastercard, American Express. También hay categorías como clásica o básica, plata, oro y las negras, que generalmente tienen más beneficios; y según su tipo, como una tarjeta personal, amparada o extendida. A la hora de solicitar una debes revisar muy bien que características quieres que tenga, los beneficios asociados a ella y sus condiciones.

12. Recuerde: el dinero no es tuyo. Se pueden aprovechar las campañas de promoción que hacen las entidades ofreciendo, por ejemplo, cuota de manejo gratis durante algunos periodos y descuentos en compras, para que tu gasto sea menor. Pero sobre todo recuerda que este dinero no es tuyo sino prestado y debes pagar intereses por las compras o avances, por lo que debes darle un uso moderado, cuidadoso y responsable para no sobre endeudarte.

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