‘Proyectando memoria’ para combatir el olvido y acabar con la impunidad

Con el apoyo del Instituto Departamental de Cultura y Turismo de Cundinamarca (Idecut) y la Corporación Colombiana de Documentalistas (Alados Colombia), se realizó anoche en la Plaza Principal de Soacha la proyección del documental ‘Beatriz González, ¿Por qué llora si ya ríe?’, un filme que hace parte del proyecto nacional ‘Proyectando memoria’.


Juan-Carlos_Saldarriaga-Gaviria
Juan-Carlos_Saldarriaga-Gaviria

El filme es dirigido por el colombiano Diego García Moreno, y en él se hace una mirada a los acontecimientos más relevantes de la historia reciente de Colombia, desde la visión de la Artista Beatriz González, con el objetivo de recuperar la memoria histórica de la sociedad, para impedir que aquellos hechos que han tenido alguna trascendencia en la vida del país se queden en el olvido.

Para el caso de Soacha, la proyección tuvo un componente adicional que fue el de hacer una reflexión sobre los hechos históricos violentos que han ocurrido en los últimos años, más exactamente con los denominados ‘Falsos Positivos’, ocurridos en el municipio en el año 2008, sin dejar atrás otros hechos similares que sucedieron en otras regiones del país.

“Hicimos un acto simbólico que va alineado con la proyección de una película que resume la historia de una mujer muy importante para el país, como lo es Beatriz González. Esto logra transformar muchos sentires alrededor de los hechos históricos violentos que han sucedido en Colombia. Se trata de una propuesta de jóvenes, hombres y mujeres del municipio, que hacen parte de La Diáspora, en la que también pusimos la huella de un pié gigantesco que se ubicó en el centro de la Plazoleta Principal de Soacha, con muchas otras huellas pequeñas que tienen dentro los nombres de las personas jóvenes que han caído en el municipio por la delincuencia común, en conflictos entre bandas, y en la violencia misma que se vive en el territorio, además de aquellos que fueron asesinados por el Ejército.
Este no es un ejercicio de revictimación, es un ejercicio de reconocimiento a esos errores y a esas fallas que hemos tenido como colombianos. También es una oportunidad de aprovechar para lograr que eso no se vuelva a repetir jamás”, explicó José ‘Chepe’ Ubaque, miembro de la Fundación La Diáspora y uno de los organizadores de la jornada.

El evento contó con la participación y el aporte de la Administración Municipal, a través de la Dirección de Cultura. Su Director Ricardo Clavijo se refirió así al proyecto liderado por la Gobernación de Cundinamarca y Alados Colombia:

“Lo que buscamos es revivir la historia y tomarla como referente para armonizar los procesos de paz y buscar una reflexión entre todos los actores de la sociedad, a fin de buscar los mecanismos y las estrategias para vivir en paz y armonía. La experiencia de Beatriz González es muy bonita, este es un cine arte que realmente genera unas reflexiones, y algo así como que después de tanto reír, es la hora de hacer un alto para ponerme a pensar en que debo buscar alternativas para vivir en paz y armonía. Hay otras alternativas, este ha sido un encuentro de convivencia que junto con La Diáspora, la población desplazada, las etnias, las tribus indígenas y la comunidad en general integradas completamente, ha hecho que el evento sea un éxito, por eso debemos seguir generando estos espacios de convivencia y reflexión”, señaló Clavijo.

Una de las invitadas a la proyección de este filme fue Blanca Nubia Monroy, madre de Julián Oviedo Monroy, quien fue uno de los jóvenes asesinados en las ejecuciones extrajudiciales del Ejército nacional en el año 2008. Habló del significado se esta iniciativa para casos como el de ella, y de las acciones de debe realizar la sociedad para impedir que estos hechos se queden en la impunidad:

“Por un lado me siento bien, pero por otro me siento triste, porque venir a esto es como recordar a ese ser querido que ya no está. De todas maneras esta es una herramienta para que los hechos no se olviden, porque lo que queremos es que esto no vuelva a ocurrir, que no haya más madres sufriendo por un hijo, pues eso es algo bastante duro. Ya han pasado cuatro años y medio desde que nuestros hijos fueron asesinados, y ahora estamos pensando en hacer un evento de conmemoración como el que hicimos el año pasado en San Nicolás, pero esta vez ojalá en el Parque Principal de Soacha…

…Ya hay algunos condenados por los asesinatos de nuestros hijos, sé que los militares fueron sentenciados a penas cercanas a los 50 años de prisión, y nos damos cuenta que la justicia por fin está dándose cuenta de lo que pasó con nuestros muchachos. Sin embargo, es triste ver que a estos militares no los llevan a una cárcel común en dónde deberían estar, sino a una guarnición militar, a pesar de que ellos son unos criminales que le quitaron la vida a unos seres humanos inocentes. No obstante este es un avance importante para nuestro caso, y esperamos que no sólo estos militares, sino todos los que hayan asesinado personas, paguen por sus crímenes”, concluyó Monroy.

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