Red de secuestro en Cundinamarca: ofrecían supuestos viajes para atrapar a sus víctimas
Una red de secuestro en Cundinamarca quedó al descubierto tras dos casos en Tibacuy y Agua de Dios, donde las víctimas fueron engañadas con falsos servicios de transporte, retenidas y obligadas a entregar su dinero.
Cinco presuntos integrantes de un grupo criminal conocido como ‘Los Galleros’ fueron enviados a prisión por decisión de un juez de control de garantías, tras ser señalados por la Fiscalía como responsables de secuestros extorsivos ocurridos en los municipios de Tibacuy y Agua de Dios, en Cundinamarca.
De acuerdo con las investigaciones adelantadas por una fiscal Gaula de la Seccional Cundinamarca, estas personas estarían vinculadas a una modalidad delictiva en la que contactaban a ciudadanos ofreciendo servicios de transporte de carga o pasajeros. Una vez las víctimas acudían al lugar de encuentro, eran interceptadas y retenidas por la fuerza.
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El primer caso tuvo lugar el 14 de abril de 2024, cuando un ciudadano fue contratado para transportar personas hacia Barrancabermeja. Al llegar a Tibacuy, fue abordado por varios sujetos que lo intimidaron y lo obligaron a realizar transferencias bancarias por un valor cercano a los 10 millones de pesos. Además, los presuntos captores se comunicaron con su familia para exigir más dinero a cambio de su liberación.
Dos semanas después, el 16 de mayo, otro ciudadano aceptó un encargo para realizar un trasteo desde Bogotá hasta Agua de Dios. Allí, fue igualmente abordado, despojado de su vehículo y forzado a entregar el dinero de sus cuentas. También en este caso se registró una exigencia económica por parte de los presuntos secuestradores a los familiares de la víctima, esta vez por una suma cercana a los 8 millones de pesos.
En el curso de las investigaciones se determinó que tres de los judicializados ya se encontraban privados de la libertad por otros procesos, y fueron presentados a las audiencias desde los centros penitenciarios donde estaban recluidos.
Los cargos imputados incluyen secuestro extorsivo y hurto calificado, ambos agravados, además de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego y municiones. Ninguno de los capturados aceptó los cargos formulados por la Fiscalía.
La medida de aseguramiento en centro carcelario fue impuesta como medida preventiva mientras avanza el proceso judicial, que busca esclarecer si esta organización estaría involucrada en otros hechos similares en el departamento.
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