Falta de pavimentación afecta salud pública en comuna cinco

La espera y la gestión de los líderes y la comunidad del sector de Bosques de Tibanica no han sido suficientes para lograr la pavimentación de las vías importantes de la zona, mientras tanto los problemas respiratorios y de movilidad continúan en el sector.


Desde hace bastante tiempo, el cruce de la calle 34 con carrera 9 en San Mateo se ha convertido en uno de los puntos más cruciales para el tránsito interno de vehículos en Soacha, tanto así que este tramo es el que comunica a las comunas cuatro y cinco. Por este punto pasan colectivos y busetas provenientes de la autopista sur para subir a los barrios periféricos del municipio, al igual que cruzan vehículos para tomar la calle 30 y posteriormente la vía nacional, eso sin contar los automotores de servicio público que transportan pasajeros dentro de Soacha, y ni hablar de los carros particulares.

Hasta aquí todo parece normal, ya que la escena hace parte de la cotidianidad de muchas personas que habitan en el municipio, pero para los residentes de Bosques de Tibanica y conjuntos aledaños como el Oasis y Alameda, hay un hecho que consideran que los está afectando: La pavimentación de este álgido punto donde ya se han presentado accidentes, que si bien no han dejado hechos que lamentar, sí ha generado miedo entre los peatones de ser atropellados cuando cruzan por este punto.

“Antes había un pozo, pero pasaron los años y de la noche a la mañana empezaron a desvalijarlo, se llevaron las puertas y las tejas”, dijo la líder comunal Lourdes Tourriago, en relación a un aljibe de agua que existía en un costado de la calle 34 y que proveía del líquido al sector de Ciudadela Sucre, pero el hecho central se basa en que al instalar algunas redes de acueducto, el pozo quedó a la deriva y la gente aprovechaba que el agua potable que seguía saliendo de ahí servía para el consumo humano, e incluso, las filas para lavar los vehículos eran interminables.

Pero con relación al origen de este problema, la gente no contó con que el agua que salía del pozo bajaba hasta el cruce que se mencionó al principio, de tal manera que quedaba estancada durante mucho tiempo y la vía empezó a deteriorarse, por este motivo se encuentra actualmente en el estado deplorable que se puede presenciar. A pesar de ser un problema que pasa casi inadvertido, algunos miembros de la comunidad se dieron a la tarea de mitigar el impacto que, si bien benefició algunas personas, perjudicó el tránsito vehicular y peatonal de otros.

“Contactamos a la ingeniera Karen Sereno, gracias al esfuerzo y a la dedicación se pudo llevar a feliz término la obra de canalización del pozo y el agua que brotaba, lástima que se tuvo que desviar esta agua potable, pero era eso o que se siguiera dañando la vía”, explicó la dirigente comunal. Ahora según lo menciona ella misma, la misión consiste en hacer la gestión para pavimentar el cruce de la calle 34 con carrera 9, y para ello se radicó un derecho de petición que aún no ha sido contestado por la administración municipal.

“Yo paso a diario por acá y he escuchado de accidentes leves, también he visto algunos, no son muy graves, pero no tenemos que esperar a que ocurra algo bien grave para que se empiecen a tomar cartas en el asunto”, dijo Doris Rojas, transeúnte del lugar, mostrándose inconforme por la falta de pasos peatonales y semáforos debido a la cantidad de carros provenientes de distintas calles que se encuentran casi que de frente al cruzar por esta zona.

El problema de la pavimentación no es solamente en esta calle, en el sector de la carrera 20 con calle 34, en el punto exacto donde empiezan los carros a tomar la vía para subir a Ciudadela Sucre, la malla vial está tan deteriorada que algunas personas sacan agua del caño Tibanica para rociarla y así atenuar la gran cantidad de polvo que los vehículos levantan al cruzar por allí.

“Cuando está seco, uno no se aguanta el tierrero aquí, los niños se enferman, a mi sobrino le mandaron una pipeta de oxígeno porque le dio una bronconeumonía y todo en gran parte por el tierrero que uno aspira por acá, ahora, cuando llueve también es el barrial más increíble”, dijo Amalia Garzón, residente de Bosques de Tibanica.

“Hay mucha gente que no tiene las comodidades de bajar o subir en carro, la vía es muy estrecha, muy mala, y eso que sin contar la tierra que uno traga por cuenta de las canteras, lo ideal es que pavimentaran todo esto”, manifestó Ricardo Pavón, persona que transitaba por el sector justamente cuando pasaban los vehículos por su lado.

Los conductores de vehículos también se ven afectados por la falta de pavimentación en la vía, los daños mecánicos no se han hecho esperar por cuenta de las piedras y la tierra que hay en la calle.

“Sufren las hojas de resorte, lo que llamamos los muelles de los carros, el arreglo del vehículo a veces se demora y el costo sale entre $120.000 o $130.000, la polución nos enferma de los pulmones, yo paso de cinco a seis veces por aquí al día y el polvo que uno come aquí es bravo”, señaló José Villamil, conductor de transporte público del municipio

Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp