CAR suspende explotación minera en Cundinamarca por ausencia de permisos y daño ambiental
En una zona del departamento de Cundinamarca se adelantaron recientes actuaciones por parte de la autoridad ambiental, tras identificarse una situación que requería intervención inmediata.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) adoptó una medida preventiva en el municipio de Sasaima, donde ordenó la suspensión inmediata de actividades de explotación minera que se adelantaban en dos predios de manera ilegal, sin contar con los permisos ni la licencia ambiental exigidos por la ley.
El operativo fue realizado por funcionarios de la Dirección Regional Gualivá, quienes durante una visita técnica encontraron maquinaria amarilla en plena operación, incluyendo una retroexcavadora que removía material del suelo.
Según las verificaciones preliminares, la zona directamente afectada corresponde a más de 1.900 metros cuadrados, dentro de la cual se estima que se extrajeron cerca de 38.000 metros cúbicos de recebo y otros materiales utilizados comúnmente para la construcción.
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La CAR advirtió que esta intervención no solo representa una vulneración a la normativa ambiental, sino que también ocasionó un impacto considerable sobre los recursos naturales del área, al alterar la morfología del terreno, modificar el paisaje y generar riesgos de erosión y pérdida de biodiversidad.
“En actuaciones preventivas imponemos esta medida que nos permite garantizar la protección de los recursos de este municipio”, afirmó Héctor Fabián Garavito, director regional de la CAR Gualivá, al referirse a la decisión adoptada por la autoridad ambiental.
De acuerdo con el organismo, la remoción masiva de material sin planificación ni control técnico pone en riesgo el equilibrio ecológico de la región, pues afecta el ciclo natural del suelo, altera los cauces hídricos cercanos y amenaza la flora y fauna que dependen de estos ecosistemas. La entidad enfatizó que, aunque en apariencia se trate de una actividad económica, la falta de licenciamiento y seguimiento convierte estas prácticas en una amenaza directa contra la sostenibilidad ambiental del territorio.
La CAR recordó que las licencias ambientales no son un simple requisito administrativo, sino un instrumento fundamental para garantizar que proyectos de minería, infraestructura o aprovechamiento de recursos naturales se desarrollen bajo parámetros técnicos que minimicen sus impactos.
Cualquier actividad extractiva, por pequeña que sea, debe someterse a estudios de impacto ambiental, planes de manejo y procesos de compensación que salvaguarden el patrimonio natural de la región.
Asimismo, la Corporación reiteró el llamado a la ciudadanía y a los propietarios de predios a abstenerse de promover o permitir actividades extractivas sin autorización, advirtiendo que, además de sanciones administrativas y económicas, estas prácticas pueden conllevar procesos penales por el delito de explotación ilícita de yacimientos mineros.
“Este tipo de casos nos recuerda la importancia de trabajar de manera articulada con las comunidades y las autoridades locales para prevenir daños irreversibles en los ecosistemas. Nuestro deber es velar por el uso sostenible de los recursos y actuar con firmeza frente a quienes los explotan, sin responsabilidad ni respeto por la normativa”, añadió Garavito.
La suspensión decretada hace parte de las acciones permanentes de control y vigilancia que adelanta la CAR en una zona de alta riqueza hídrica y biodiversa, donde confluyen actividades agrícolas, turísticas y de conservación ambiental.
La entidad insistió en que el desarrollo económico del territorio debe darse en armonía con el cuidado del medio ambiente, garantizando que la explotación de los recursos naturales no comprometa el bienestar de las comunidades ni el equilibrio ecológico.
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Con esta decisión, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca busca enviar un mensaje claro: la explotación ilegal de minerales no será tolerada y las medidas preventivas se adoptarán de manera inmediata cada vez que se detecten actividades que pongan en riesgo el ambiente y los recursos del departamento.
Foto: CAR