¿Cree que los monos transmiten fiebre amarilla? Esta es la verdad
Con la fiebre amarilla en aumento, los monos se han convertido en inesperados protagonistas… pero no como muchos creen. La CAR aclara un error que podría costar caro.
Mientras aumentan las alertas sanitarias en distintas regiones de Colombia por el incremento de casos de fiebre amarilla, crecen también los rumores infundados que podrían poner en riesgo a la fauna silvestre, especialmente a los primates.
Ante esta situación, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) aclaró que los monos no transmiten el virus, sino que cumplen una función vital como especie centinela para la detección temprana de esta enfermedad.
La fiebre amarilla no se contagia por contacto con animales, sino por la picadura de mosquitos infectados de los géneros Aedes y Sabethes . Estos insectos pueden adquirir el virus tras picar a un humano o animal infectado, y luego transmitirlo a otra persona. Por lo tanto, los monos no son responsables de la propagación, ni representan un riesgo directo para la salud pública.
Muy al contrario, los primates silvestres permiten a las autoridades identificar con anticipación las zonas en las que podría haber circulación del virus. Su alta sensibilidad al contagio los convierte en indicadores naturales que permiten activar medidas de prevención, como campañas de vacunación y control del mosquito transmisor.
«Los monos actúan como reservorios naturales del virus, lo que facilita el monitoreo ambiental de la fiebre amarilla. Sin embargo, esto no los convierte en una amenaza. Su presencia es esencial para identificar zonas de riesgo», explicó Sara Cantillo, médica veterinaria de la CAR.
Recomendaciones para la comunidad
Ante la presencia de monos en áreas rurales o naturales, el CAR hace un llamado a:
- No atraer ni alimentar a los monos silvestres.
- No intentar capturarlos ni tocarlos, especialmente si están heridos o muertos.
- Reportar cualquier avistamiento anormal a la Línea de Atención de Fauna Silvestre de la CAR: 316 524 4031 .
Además, se recuerda a la población que la fiebre amarilla es una enfermedad prevenible. La vacunación, especialmente antes de viajar a zonas endémicas, es la medida más efectiva para evitar el contagio. Una sola dosis proporciona inmunidad de por vida.
Ante síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, fatiga o vómito, es indispensable acudir de inmediato a un centro médico.
La CAR hace un llamado a proteger a la fauna silvestre y a mantenerse bien informado. Los monos, lejos de ser un peligro, son aliados naturales para la salud pública y la conservación del ecosistema.
Foto: CAR