Cundinamarca en alerta por crecientes súbitas, deslizamientos e incendios: refuerzan monitoreo en municipios

Las lluvias siguen dejando estragos en Cundinamarca y varias zonas del departamento permanecen en máxima alerta por emergencias que no dan tregua.

Cundinamarca atraviesa una de las temporadas de lluvias más críticas de los últimos años, con afectaciones que golpean de manera directa a las provincias de Oriente, Medina y Guavio. El gobernador Jorge Emilio Rey advirtió que la magnitud de los deslizamientos y crecientes súbitas ha dejado al departamento en una situación límite, recordando la emergencia ocurrida en la Vía al Llano, donde un deslizamiento destruyó el corredor en el sector de Quetame y obligó a un cierre total que mantiene incomunicada la región.

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Las precipitaciones intensas han generado un panorama de emergencia en varios municipios. En Medina, el puente El Cable, ubicado en Arenales sobre el río Negro, sufrió una socavación en el estribo izquierdo, lo que afecta directamente la comunicación entre veredas. En Guayabetal, el puente Los Canes se encuentra en riesgo por la creciente del río Blanco y la afectación de la banca vial, mientras en Quetame persisten movimientos en masa que comprometen los corredores terciarios y en Gachalá se reportan daños viales por el desbordamiento de quebradas como Moncovita y Caño Hondo.

A estas emergencias se suman los deslizamientos que han aislado a poblaciones enteras. En Une, el casco urbano resultó inundado y varias calles colapsaron; en Cáqueza, la quebrada Tunja se desbordó, arrasó un puente y obligó a evacuar viviendas; y en Fómeque, Gutiérrez y Quetame se mantiene la alerta roja por riesgo de movimientos de tierra en zonas habitadas. El gobernador insistió en que la capacidad presupuestal del departamento no alcanza para atender la magnitud de los daños y pidió al Gobierno nacional un respaldo económico inmediato para reconstruir viviendas y habilitar vías.

Las autoridades departamentales, en coordinación con la Unidad de Gestión del Riesgo y el Instituto de Infraestructura de Cundinamarca, han desplegado maquinaria y equipos técnicos en los puntos más críticos, además de habilitar albergues temporales y entregar ayudas humanitarias a las familias damnificadas. El IDEAM mantiene la alerta naranja en la cuenca del río Humea y en afluentes como el San Juanito, mientras que en Nilo y Ricaurte persiste riesgo de incendio por las condiciones climáticas.

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La emergencia no solo ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura del departamento, sino también la urgencia de medidas estructurales frente al cambio climático. “Estamos frente a una realidad que desborda a los municipios y al propio departamento. Solo con el apoyo del Gobierno nacional podremos devolver la tranquilidad a nuestras comunidades”, señaló Rey en sus redes sociales.

Foto: Gobernación de Cundinamarca

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