Reabren espacio turístico en Cundinamarca para disfrutar de lanchas, veleros y kayaks
En Cundinamarca fue reabierto un espacio turístico que vuelve a estar disponible para el disfrute de las familias y visitantes.
En diferentes departamentos de Colombia, la recuperación progresiva de ríos y embalses para permitir actividades de navegación representa un giro transformador en la conservación ambiental que favorece el turismo sostenible, la educación ambiental y la integración regional
En el caso del río Bogotá, uno de los cuerpos de agua más emblemáticos de Cundinamarca y la sabana, históricamente marcado por elevados niveles de contaminación, se están llevando a cabo programas de descontaminación y adecuación hidráulica que han habilitado tramos navegables, lo que ha permitido la realización de recorridos gratuitos en kayak o embarcaciones sin motor, enfocados en la educación ambiental y redescubrir biodiversidad urbana.
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En este mismo camino, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) anunció la reapertura de la navegación en el embalse del Neusa, bajo un modelo de turismo ambiental responsable. El anuncio fue hecho por el director de la entidad, Alfred Ignacio Ballesteros, luego de un estudio técnico que definió la zonificación del espejo de agua para garantizar el equilibrio entre el uso recreativo y la protección de especies como el pez capitán y diversas aves endémicas.
Turismo regulado y actividades autorizadas
La reapertura incluye actividades de bajo impacto como bicicletas acuáticas de pedaleo, canotaje, navegación a vela, pesca artesanal regulada, deportes recreativos sin motor y recorridos en lancha motorizada con estrictas limitaciones. Para esta última actividad, por ejemplo, solo se permite el uso de motores de hasta 115 HP, con preferencia por motores eléctricos o de baja cilindrada, y velocidades que no superen los 50 km/h.
Cada práctica cuenta con una capacidad de carga definida y zonas de restricción que permiten conservar el ecosistema. Con ello, el Neusa se convierte en referente de turismo ambiental responsable, tal como lo explicó Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR “Buscamos liderar un turismo de naturaleza comprometido, que permita la apropiación de nuestros visitantes por la riqueza natural que envuelven nuestras aulas ambientales abiertas”.
Convocatoria para operadores turísticos
La CAR abrirá en las próximas semanas una convocatoria pública dirigida a operadores turísticos interesados en ofrecer servicios en el embalse. Los requisitos serán estrictos: las empresas deberán estar registradas en el Registro Nacional de Turismo (RNT), contar con experiencia en la gestión técnica y ambiental de actividades náuticas, y garantizar acompañamiento con guías o intérpretes ambientales.
En el caso de la pesca, solo se autorizará la modalidad artesanal con caña y línea, desde zonas designadas y sin embarcaciones flotantes. Esto busca que la experiencia se mantenga bajo criterios de sostenibilidad y educación ambiental, en línea con el modelo que la autoridad ambiental viene aplicando en sus parques recreativos y aulas ambientales abiertas.
La reapertura del Neusa no es un hecho aislado, sino que se suma a la tendencia nacional de recuperar ríos y embalses como escenarios de integración entre comunidad y naturaleza. El río Bogotá, que poco a poco deja atrás su historia de contaminación, hoy ofrece experiencias de navegación guiadas con fines pedagógicos. Y el río Meta, cuya navegabilidad es clave para la economía de los Llanos y la conexión con el Orinoco, cuenta con proyectos de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para asegurar su viabilidad logística y ambiental.
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De esta manera, la navegación en Colombia se redefine no solo como una forma de transporte o recreación, sino como una oportunidad de educación, conservación y desarrollo sostenible. El embalse del Neusa reabre sus aguas con un modelo ejemplar, que refleja cómo el país puede recuperar sus cuerpos de agua para el disfrute colectivo sin sacrificar la biodiversidad que los hace únicos.
Foto: CAR