Reconocida empresa de Cundinamarca aclara denuncias sobre posible fraude en yogurt

El consumo de un reconocido yogurt producido en Cundinamarca quedó en medio de la polémica tras una alerta del Invima y la posterior respuesta de la empresa responsable.

En medio de una controversia que ha puesto en el centro de la discusión a una de las marcas de lácteos más reconocidas de Cundinamarca, la empresa Inversiones y Lácteos La Vaca de Don Pedro & Cía S.A.S., productora del yogurt Villa de Ubaté, salió a dar explicaciones tras las denuncias de presunto fraude y la alerta sanitaria emitida por el Invima.

El episodio comenzó cuando el pasado 19 de agosto el Invima advirtió que el yogurt entero de la marca Villa de Ubaté estaba siendo comercializado de manera fraudulenta bajo el registro sanitario RSA-006435-2018, que ya se encontraba vencido. En la comunicación oficial, la autoridad sanitaria llamó la atención de los consumidores y les pidió abstenerse de adquirir o consumir los productos con sabores a fresa, melocotón, guanábana, feijoa, mora y kiwi, pues en su criterio no cumplían con la normatividad vigente.

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El pronunciamiento generó alarma entre la ciudadanía y rápidamente se multiplicaron las críticas en redes sociales, donde algunos usuarios señalaron directamente a la empresa de engañar al consumidor y de poner en riesgo la confianza construida durante décadas en el mercado lácteo.

Ante esa situación, la compañía publicó un comunicado en el que buscó aclarar el panorama. En su versión, lo ocurrido no obedece a un fraude, sino a un error en el manejo del rotulado de algunos empaques.

Según explicó la empresa, los envases utilizados llevaban impreso un número de registro sanitario vencido, correspondiente a la anterior razón social, cuando en realidad el producto se encuentra amparado bajo un registro más reciente: el RSA-0023791-2023, con vigencia hasta el año 2028.

Por error se utilizaron empaques con rotulado de la anterior razón social. Siendo el actual vigente el RSA-0023791-2023, el cual tiene vigencia hasta el 2028”, indicó la empresa, al tiempo que recalcó que los productos señalados, entre ellos los yogures de fresa, melocotón, guanábana, feijoa, mora y kiwi, sí cumplen con los estándares de calidad y con los requisitos exigidos para su comercialización en el país.

La compañía también manifestó que su intención “nunca ha sido comercializar productos de manera fraudulenta ni eludir las disposiciones legales vigentes”, y reiteró que su proceso de producción cuenta con certificaciones de inocuidad y calidad que garantizan la seguridad del consumidor final.

El caso ha generado opiniones divididas. Mientras algunos clientes habituales respaldaron la versión de la empresa y defendieron la reputación de la marca Villa de Ubaté, otros mantienen la desconfianza y exigen un mayor nivel de control por parte de las autoridades. De momento, el Invima no ha emitido un nuevo pronunciamiento después del comunicado de la compañía, aunque en la alerta inicial recordó que el cumplimiento de la normatividad sanitaria es responsabilidad directa de los titulares de los registros, permisos y notificaciones, así como de los fabricantes, comercializadores e importadores.

En ese sentido, la entidad invitó a la ciudadanía a mantenerse informada de manera constante a través de su aplicación web, donde se actualiza periódicamente la lista de alimentos y bebidas que podrían representar un riesgo para la salud.

El episodio deja varias lecciones. Por un lado, expone lo frágil que puede ser la confianza del consumidor cuando se asocian términos como “fraude” a productos de consumo masivo. Por otro, evidencia la necesidad de claridad y transparencia en la comunicación empresarial, pues un error en el empaque, aunque no afecte la calidad del producto, puede desencadenar un escándalo con efectos inmediatos en la reputación de la marca.

Por ahora, la última palabra la tienen las autoridades de vigilancia sanitaria, que deberán verificar si las aclaraciones entregadas por la empresa son suficientes para dar por superada la alerta o si, por el contrario, se adoptarán nuevas medidas de control.

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Mientras tanto, la marca Villa de Ubaté insiste en que sus yogures cumplen con los más altos estándares y que seguirán en el mercado garantizando seguridad, calidad y tradición a los consumidores.

Foto: Freepik

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