Tras secuestrar a una familia en una finca de Cundinamarca fueron capturados
Lo que empezó como una jornada normal en una finca de Silvania terminó en un hecho violento que movilizó a las autoridades y derivó en la captura de dos hombres señalados por la Fiscalía.
La tranquilidad de una finca en zona rural de Silvania (Cundinamarca) se rompió la tarde del 8 de agosto, cuando dos hombres armados irrumpieron en la propiedad. Vestían prendas camufladas y se identificaron como miembros del Clan del Golfo, usando esa fachada para intimidar a sus víctimas.
En el lugar se encontraba una familia junto a un menor de edad. Los intrusos, portando escopetas, sometieron a todos, los amarraron y golpearon mientras exigían una suma de 25 millones de pesos a cambio de su liberación. Las amenazas incluían advertencias de muerte si no cumplían con la exigencia.
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Tras reducir a sus víctimas, los delincuentes las trasladaron a diferentes puntos, hasta llegar a una vivienda en Fusagasugá. Allí continuaron con la presión, obligando a los retenidos a comunicarse con sus familiares para realizar transferencias bancarias.
En medio de esa tensión, una de las llamadas permitió que los familiares denunciaran el hecho ante el Gaula de la Policía. Con la información y el rastreo de un celular, las autoridades lograron ubicar el sitio donde permanecía la familia.
El operativo policial se desarrolló en el barrio Gaitán, en Fusagasugá. En una acción rápida, los uniformados rescataron a las víctimas y capturaron en flagrancia a los presuntos responsables, identificados como Víctor Martínez Vaquiro y Diego Andrey Martínez Muete.
Durante el procedimiento fueron incautadas dos armas de fuego tipo escopeta, uniformes camuflados, relojes, dinero en efectivo, un computador y otras pertenencias que habían sido hurtadas de la finca en Silvania.
Con las pruebas recolectadas, la Fiscalía General de la Nación imputó a los capturados los delitos de secuestro extorsivo agravado, hurto calificado y agravado, y fabricación, tráfico o porte ilegal de armas de fuego. En las audiencias concentradas, ninguno aceptó los cargos.
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Las investigaciones también revelaron que ambos procesados presentan un amplio prontuario criminal, con antecedentes por homicidio, tráfico de estupefacientes, receptación y estafa. Un juez de control de garantías ordenó su reclusión en centro carcelario mientras avanza el proceso judicial.
Foto: Fiscalía