Haciendas: Historia y Desidia

Hablaré del estado actual de las haciendas, cuya trascendencia es alta para la construcción de nuestra historia local y para la construcción de patrimonio en el territorio Suachuno.


Actualmente las casonas se encuentran en un avanzado grado de deterioro, hemos podido dar cuenta de ello por medio de varios recorridos que el grupo Suacha memoria Identidad y Territorio ha realizado en diferentes lugares del municipio, los casos específicos son:

-La hacienda el Vínculo ubicada en la comuna 1, dentro de los predios del proyecto urbanístico “Maipore”.
– La hacienda Terreros localizada en la comuna 5, en cuyos alrededores se descubrió la existencia de un amplio cementerio indígena según los expertos, hallazgo que en su momento tuvo cobertura por diferentes medios de comunicación, y por consiguiente desde el momento de su descubrimiento ha causado fuertes polémicas.
-La Chucuita que se encuentra en la vereda Bosatama, relativamente cerca al casco urbano.

Mirando brevemente los casos de Vínculo y Terreros, podríamos decir que ambas casonas comparten los mismos motivos que están causando su detrimento, aunque el principal es el abandono del gobierno municipal, pues parece que los anteriores dueños de los predios decidieron ceder estos lugares a la administración local, por tal razón el municipio tiene una mayor responsabilidad, debido a la no destinación de políticas o recursos en favor de su preservación. Por el abandono al que se han visto sometidas las casonas, algunas personas bien sea de paso o habitantes del municipio usan estas edificaciones con diversos fines, entre los que podríamos mencionar: el consumo de sustancias alucinógenas y como guarida de algunos individuos para realizar diferentes actividades ilícitas, igualmente ingresan sujetos impulsados por la curiosidad que puede suscitar el entrar a las casonas abandonadas, y como registro de sus visitas dejan las paredes rayadas con todo tipo de mensajes, asimismo dejan depositadas gran cantidad de basuras al interior de las mismas.

El caso de la Chucuita es en cierta medida diferente, pues en esta habitan cuidanderos, pero la medida de poco o nada ha servido, debido a que la casona está en constante deterioro, eso se puede notar a simple vista porque algunas de sus paredes están a punto de desmoronarse, varios cuartos se encuentran con el techo parcialmente caído, las puertas y ventanas de madera están siendo carcomidas por la humedad y su fachada se observa supremamente descuidada, la Chucuita actualmente posee un propietario, pero el abandono de la misma da la sensación de que no lo tuviera.

En el sector de canoas, en la margen izquierda de la vía que conduce a Mondoñedo, se encuentra otra casona que parece perteneció a la misma parcialidad de la hacienda Canoas Goméz, esta edificación se encuentra bajo jurisdicción del gobierno municipal, pero poco se ha hecho para su adecuación, lo único que la administración ha determinado es dejar un celador, esta medida se tomó hasta hace pocos meses. En cercanías de la misma casona se localiza una gran cantidad de rocas con arte rupestre, que a diferencia de las que existen en san mateo están en un buen grado de conservación, lugar que también hemos tenido el privilegio de observar en nuestros diferentes recorridos.

Entre las otras haciendas históricas que están muy bien conservadas vale la pena nombrar a las Tequendama y Canoas, la primera se ubica justo enfrente del embalse del muña, en cercanías al río Bogotá, afluente que es bombeado al mismo embalse para la generación de energía eléctrica que abastece gran parte de la región, y la segunda cerca a la Vía que conduce a Mondoñedo, a diferencia de las otras, estas haciendas son de carácter privado.

¿Porque resulta importante la preservación de estos lugares para nuestra historia y cultura local? Haciendo un brevísimo esbozo histórico, las haciendas en los albores del periodo colonial formaban parte de inmensos latifundios que estaban en propiedad de encomenderos, debemos recordar ligeramente que la encomienda fue una institución social y económica establecida por la corona para generar producción de recursos o tributos, así como para ejercer relativo control sobre la dispersa población indígena, que a la vez, se veía obligada a contribuir por medio de su trabajo al mantenimiento del encomendero nombrado por la monarquía española; cuando el sistema de la encomienda comenzó a decaer en los decenios finales del periodo colonial, en su remplazo surgió el sistema de haciendas, este básicamente consistió en mantener el mismo legado en cuanto al monopolio de grandes extensiones de tierra, es decir de amplios latifundios, por lo tanto surge la figura del hacendado en sustitución del encomendero, cuyas raíces también se remontan a orígenes españoles, el hacendado así como su antecesor, seguirá influyendo en los asuntos de organización social, política y económica de las regiones cercanas a sus amplios predios, por tal motivo estos se convertirán en personajes “notables” de su época, especialmente para el ciclo republicano (todo el siglo XIX). Por tal motivo estas edificaciones representan el legado histórico de buena parte de los períodos brevemente esbozados.

La estructura física de las casonas de las que hemos venido hablando, probablemente tengan sus orígenes en la segunda mitad del siglo XIX, por motivo de constantes reconstrucciones al interior de las mismas. Tan solo hay que imaginarse por un momento el trasegar histórico que han debido tener estas edificaciones actualmente abandonadas, historia que si lograra develarse seguramente nos podría contar mucho acerca de los cambios que ha afrontado nuestro territorio y su población a lo largo de varios siglos.

Para unos las haciendas pueden significar la fuerte dominación española ejercida sobre nuestros antepasados y territorio, por eso no valdría la pena investigar sus orígenes, para otros podrían significar un interesante punto de análisis en cuanto a la organización política, social o económica de la población y el territorio en sus diferentes etapas, como para otros no dejan de ser unas simples edificaciones abandonadas, lo que es indudable es que estos lugares hoy podrían representar un adecuado espacio para la formación y encuentro de la comunidad Suachuna en diferentes aspectos.

Entonces para no quedarnos en una mera observación o crítica, la propuesta sería incentivar al gobierno municipal y a la misma población para la preservación y restauración de estas casonas y así destinarlas a fines sociales, convirtiéndose en espacios de gran provecho para la comunidad, así estas edificaciones abandonadas podrían tener diferentes usos, por ejemplo: para la capacitación de la población en el ámbito cultural, o como punto de reunión para realizar diferentes actividades con fines recreativos o educativos. Los colegios y en especifico los docentes de ciencias sociales, podrían hacer de estos lugares puntos para la enseñanza de la materia, ya que en esta área disciplinar se deben abordar los periodos históricos antes referenciados, las visitas a las haciendas serían una adecuada herramienta didáctica para que los estudiantes comprendan mejor los núcleos temáticos relacionados a esas épocas, esto sería una propuesta pedagógica que convendría elaborarse de manera más detallada por docentes o expertos en las disciplinas afines, estas apenas son algunas propuestas de las muchas que podrían surgir al momento que surgiera un interés colectivo para adecuar y usar estos espacios.

Para concluir tengo entendido que existen unas disposiciones hacia estas casonas, en especial a Terreros y el Vínculo, pero el tiempo ha pasado y ninguna intervención real se han realizado sobre estas edificaciones, se supone que las constructoras de los diferentes proyectos urbanísticos que tienen lugar cerca de estas casonas deben reestructurarlas para “fines culturales”, pero el instante en que eso ocurra parece muy lejano; en Terreros se viene manejando la idea de adecuación de la casona para el establecimiento de un museo, aunque por el momento no hay nada concreto, pero si esto en verdad sucede, ojala quienes operen dicho proyecto o espacio lo hagan con propósitos sociales, para el fomento de la cultura como la educación, ojala no se convierta en un epicentro de intereses burocráticos que exclusivamente beneficien un puñado de personas, mal que apropósito siempre ha agobiado este municipio durante muchos años, como podemos dar cuenta solo se necesita voluntad política e interés general por parte del municipio para hacer cosas significativas en favor del territorio Suachuno.

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