¿Quiere ahorrar luz? Evite el uso excesivo de estos electrodomésticos en su hogar
En medio de esfuerzos por reducir la factura eléctrica, muchos usuarios se preguntan cómo reducir el costo de la factura de energía.
En la rutina del hogar, los electrodomésticos son protagonistas indiscutibles. Sin embargo, es importante usarlos con moderación, ya que su permanencia conectados puede generar desgaste y aumentar el consumo de energía, incluso cuando no estén en funcionamiento.
El microondas, decodificadores, televisores y computadores de escritorio son algunos de los dispositivos que suelen mantenerse enchufados durante todo el día. ¿El problema? Algunos de ellos siguen demandando energía, ya sea para mantener un reloj encendido, luces piloto o simplemente por su sistema en espera.
El aparato que debe desconectar en su hogar
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Pero hay otros aparatos más discretos que también representan un gasto silencioso de electricidad. Uno de ellos, según explica Nick Chatzigeorgakis, diseñador de interiores de la firma estadounidense Intrabuild, son los ambientadores y difusores eléctricos. Aunque no parezcan peligrosos, el experto recomienda desconectarlos por completo cuando no se esté en casa o no se estén usando.
«Estos dispositivos pueden fallar. La calefacción interna o el motor pueden dañarse y generar olores persistentes o incluso un riesgo eléctrico», advirtió Chatzigeorgakis.
Desenchufar lo que no se necesita no solo ayuda a reducir la factura de la luz, también es una forma sencilla de prevenir accidentes por corto circuito e incluso incendios.
Otros que gastan energía
Los aparatos que mayor consumo eléctrico generan en una vivienda incluyen la nevera, la lavadora, el aire acondicionado, la secadora y el horno, entre otros. Su elevado gasto energético se debe, en muchos casos, al uso continuo o a la gran potencia que necesitan para funcionar, lo que se traduce en un impacto considerable en el pago mensual de este servicio.
Aunque a menudo pasa desapercibida, la ducha eléctrica se ha consolidado como uno de los artefactos que más energía consume en los hogares. Su capacidad para calentar agua de forma casi instantánea la convierte en una opción práctica, pero también costosa en términos energéticos.
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Según expertos en eficiencia energética, una ducha eléctrica promedio tiene una potencia que oscila entre los 3.000 y los 7.500 vatios. Esto significa que, si se utiliza durante 10 minutos al día, el consumo puede alcanzar los 25 kilovatios hora (kWh) al mes. En términos económicos, esto podría representar hasta cinco dólares mensuales adicionales en la factura eléctrica, dependiendo del costo del kWh en cada región.
La razón detrás de este alto consumo radica en el funcionamiento del dispositivo. Para calentar el agua en pocos segundos, la ducha emplea una resistencia eléctrica de alta potencia, lo que genera un gasto considerable de electricidad en un corto periodo de tiempo.
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