Dolor en Soacha: madres de niños presuntamente abusados en un jardín infantil sin licencia cuentan lo que pasó
Las risas y los juegos que deberían llenar los días de un jardín infantil se convirtieron en silencio, miedo y dolor para varias familias de Soacha.
En medio de muñecos, cuadernos y dibujos, tres madres descubrieron una verdad que les rompió la vida: sus hijos, de apenas entre dos y cuatro años, habrían sido víctimas de abuso en un plantel que funcionaba de manera ilegal.
El caso, conocido por Séptimo Día, ocurrió en el municipio de Soacha, Cundinamarca, y ha generado conmoción por la crudeza de los testimonios y la falta de control institucional.
Un jardín sin licencia y una confianza traicionada
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Todo comenzó a finales de 2024, cuando varias familias decidieron inscribir a sus hijos en un lugar que se hacía llamar Liceo Psicopedagógico Compartir, ubicado en la comuna 5 de Soacha. El sitio ofrecía programas académicos para primera infancia y aseguraba contar con personal preparado para la educación integral de los niños.
“Nos dijeron que allá les iban a enseñar prematemáticas, español, ciencias, educación física, religión, ética y valores, inglés… Todo sonaba muy bonito”, recuerda Daniela, una de las madres, cuyo nombre como los de las demás fue cambiado para proteger la identidad de su hija.
Durante los primeros meses, todo parecía marchar con normalidad. Los padres confiaban en los supuestos docentes y pagaban puntualmente por los servicios. Pero en mayo de 2025, los comportamientos de los pequeños empezaron a cambiar de forma alarmante.
Las señales del horror
Lucía, madre de Sofía, una niña de tres años y medio, fue la primera en notar algo extraño. Una mañana cualquiera, cuando intentó alistar a su hija para ir al jardín, encontró resistencia y miedo.
“Le dije: ‘Amor, vamos a bañarnos para ir al colegio’. Ella se sentó en la cama, se puso a llorar y me decía que no quería ir, que no quería. En ese momento se me orinó en la cama”, contó entre lágrimas a Séptimo Día de Caracol Tv.
Con los días, la pequeña comenzó a presentar dolor al orinar y un rechazo absoluto al lugar donde estudiaba. Sin saberlo, otras madres estaban viviendo un calvario similar.
Susana, mamá de un niño de dos años llamado David, relata que su hijo empezó a despertar gritando en medio de la noche: “Se levantaba gritando en pánico, corría a mi habitación y yo lo abrazaba para que se calmara. No entendía qué estaba pasando”.
A su vez, Daniela, madre de Karen, recordó que desde septiembre de 2024 notaba comportamientos inusuales. Su hija, que ya no usaba pañal, empezó a orinarse dormida. “Cuando la bañaba, me decía que le dolía su parte íntima y no quería que la tocara”, contó.
El día en que todo salió a la luz
El 13 de mayo de 2025, mientras la bañaban, Sofía rompió el silencio. Entre palabras inocentes y gestos de miedo, le confesó a su madre lo que vivía en el jardín.
“Yo sentí algo muy feo en mi cuerpo, de sentir que mi niña me estaba diciendo que un hombre la había tocado”, relató Lucía en el programa investigativo.
La menor señaló directamente a un joven identificado como Juan Felipe Rodríguez Arango, a quien describió como su profesor de educación física. Ante la gravedad de lo contado, la madre acudió al médico, quien activó el código blanco y dio aviso al Bienestar Familiar y a la Policía de Infancia y Adolescencia.
Poco después, otros niños del plantel hicieron señalamientos similares. Karen, la hija de Daniela, también mencionó al mismo hombre. Las coincidencias estremecieron a las familias.
La negación y el silencio del jardín
Cuando Lucía intentó buscar respuestas, se encontró con evasivas. Llamó a la directora del centro, Diana Paola Sierra Molina, pero no obtuvo respuesta.
“Cuando por fin me contestó, me dijo: ‘No hagas nada, mamá. Escúchame, él no hizo eso. Vea, hablemos’”, contó Lucía, indignada.
La rectora negó que el joven tuviera un rol docente. Aseguró que era “una persona de logística”. Sin embargo, tanto las madres como los niños insistían en que él daba clases y se hacía llamar “profesor Felipe”.
Las madres no se detuvieron. Denunciaron ante las autoridades, y el 18 de mayo de 2025, Juan Felipe Rodríguez Arango fue capturado por la Policía.
El descubrimiento más indignante
En medio de la investigación, las familias descubrieron un hecho aún más grave: el jardín infantil funcionaba sin licencia. No tenía autorización ni supervisión de la Secretaría de Educación de Soacha. Nadie sabía que el lugar era ilegal.
El secretario de Educación de Soacha, Johan Hernández, confirmó a Séptimo Día:
“No puede tener licencia de funcionamiento por estar dentro de un conjunto residencial”.
La revelación dejó a las familias entre la rabia y la impotencia.
“Nunca hubo una regulación dentro del municipio. Nadie verificó si los docentes estaban certificados o si tenían formación para tratar con niños pequeños”, lamentó una de las madres.
Justicia en curso
Tras su captura, Juan Felipe Rodríguez Arango fue imputado por el delito de actos abusivos con menor de 14 años. Actualmente, enfrenta juicio ante el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Soacha.
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Pese a las graves acusaciones y los testimonios en su contra, el joven se declaró inocente ante las cámaras de Séptimo Día.
Mientras avanza el proceso judicial, las madres siguen en busca de respuestas y de justicia para sus hijos. Dicen que lo más doloroso no fue solo lo que ocurrió, sino haber confiado en un lugar que prometía cuidado y terminó dejando una herida imborrable.
Foto: Archivo Periodismo Público



