Extinción de dominio a centro comercial, bares y otros predios de Charlie Zaa en Cundinamarca y Tolima

La Fiscalía investiga los nexos del artista con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y cómo sus propiedades tendrían que ver con alias Daniel Goyeneche.

Durante décadas, la voz de Charlie Zaa fue sinónimo de romanticismo. Sus boleros llenaron estadios, alcanzaron los primeros lugares de ventas en América Latina y lo convirtieron en uno de los artistas más populares del país en los años 90. Incluso apareció como invitado especial en la legendaria telenovela Yo soy Betty, la fea. Sin embargo, hoy su nombre resuena por razones muy distintas, la Fiscalía General de la Nación lo vincula con estructuras paramilitares y le impuso una medida de extinción de dominio sobre varias de sus propiedades y negocios.

El proceso afecta un patrimonio valorado en más de 25.000 millones de pesos, entre ellos el centro comercial El Oasis, en Girardot, que alberga la discoteca más grande de esa ciudad. También fueron ocupadas las discotecas Kapachos y Solaris, ubicadas en la zona rosa de Ibagué, así como otro establecimiento llamado Oasis en el municipio de Melgar, todos presuntamente conectados con redes del paramilitarismo.

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Según la Fiscalía, el artista, cuyo nombre real es Carlos Alberto Sánchez Ramírez, habría actuado como testaferro de alias Daniel Goyeneche, excomandante del Bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Las propiedades habrían sido utilizadas para el lavado de activos y para garantizar rentas mensuales a los hijos de alias Elías, otro exjefe paramilitar fallecido.

La medida fue solicitada y aprobada por un magistrado del Tribunal de Justicia y Paz, que ordenó el embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo sobre los inmuebles investigados.

El expediente judicial incluye declaraciones de exmiembros del Bloque Tolima, que aseguran haber presenciado la cercanía entre Zaa y alias Daniel. Un testimonio clave, proveniente de un excombatiente postulado a Justicia y Paz, describe así uno de los episodios:

Nos encontramos en un centro comercial en Girardot, llamado El Oasis, después en la cárcel supe que era de Charlie Zaa. Es cuando Daniel me dice que en este centro comercial hay tres locales que son de los hijos de Elías (…) yo les entregaba mensualmente un millón, por la plata iba como un sobrino de Elías”, dijo un testigo del caso.

Otro testigo, Ricaurte Soria Ortiz, también exintegrante del Bloque Tolima, aseguró bajo juramento:

Tuve la oportunidad de estar en el pabellón ERE3 de Justicia y Paz en Bogotá. Un primo de Charlie Zaa visitaba al Comandante Daniel cada ocho días e iba a entregarle cuentas de la Discoteca Kapachos de Ibagué. Esto no solo lo sé yo, sino también todos los comandantes de estas propiedades que tenía Daniel con Charlie Zaa”.

Las investigaciones sostienen que, entre 2004 y 2005, el bloque paramilitar perdió autonomía por influencia del cartel del Norte del Valle y comenzó a financiarse con actividades como el robo de hidrocarburos, homicidios por encargo y extorsión, mediante una estructura híbrida que mezclaba prácticas paramilitares con negocios ilegales.

La Fiscalía advierte que, aunque Charlie Zaa ha documentado la compra de los terrenos en Girardot a nombre de su padre, argumentando que usó regalías obtenidas por la venta de sus discos, no existe soporte legal ni financiero sobre cómo se construyeron y adecuaron las discotecas y centros comerciales.

En cuanto a la adecuación y construcción del centro comercial El Oasis se evidencia una falta de documentación como lo son: planos arquitectónicos, planos estructurales, aprobación de un reglamento de propiedad horizontal, y más importante aún, no hay registros financieros”, señala la Fiscalía.

Bienes afectados por la extinción de dominio

  • Centro Comercial El Oasis, en Girardot, que incluye la discoteca del mismo nombre.
  • Discotecas Kapachos y Solaris, en la zona rosa de Ibagué.
  • Discoteca Oasis, en Melgar, también vinculada a alias Daniel y operada por allegados al grupo armado ilegal.

Silencio ante el escándalo

Hasta el momento, ni Charlie Zaa ni su familia han emitido declaraciones públicas sobre el proceso ni los señalamientos. Su entorno ha optado por el silencio, mientras el proceso judicial avanza y las autoridades buscan esclarecer el origen y manejo de los bienes intervenidos.

De ídolo romántico a figura controvertida

Charlie Zaa alcanzó la fama en los años 90 con su primer álbum Sentimientos, una recopilación de boleros clásicos que lo catapultó al estrellato. Su voz melódica y estilo romántico le permitieron vender millones de discos en Colombia, México, Estados Unidos y otros países de América Latina.

En 1999, fue invitado a cantar en la despedida de soltera de la protagonista de Yo soy Betty, la fea, en uno de los capítulos más recordados de la novela.

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Con varios premios y discos de oro y platino en su carrera, el artista fue símbolo de la música sentimental de toda una generación. Hoy, su nombre aparece en los titulares por motivos muy distintos.

El proceso judicial que enfrenta podría redefinir su legado, mientras la justicia intenta determinar si el cantante fue simplemente un empresario o parte de una red criminal que utilizó la música y el espectáculo como fachada para ocultar el dinero del conflicto armado.

Foto: Charlie Zaa Fans en Facebook

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